Un récord en cocción de cerveza
Las fábricas cerveceras de Chequia incrementaron en 2019 su producción en un 1.6% en comparación con el año anterior. La cocción de cerveza alcanzó 21.6 millones de hectolitros, una cantidad récord, que este año no se logrará ni de lejos a causa de la pandemia de coronavirus.
El consumo de cerveza en la República Checa el año pasado fue de 142 litros por persona, lo que significa que en términos interanuales aumentó en un litro per cápita, de acuerdo con informaciones presentadas por representantes de la Unión Checa de Cervecerías y Malta. A su vez, la cantidad de cerveza vendida en las cervecerías y bares disminuyó en un punto porcentual a 35%.
El aumento del consumo se debió sobre todo, a las exportaciones cuyo monto subió un 4.5% en términos interanuales y la cerveza sin alcohol incluso un 22%. En 2019 fueron exportados 5.4 millones de hectolitros de cerveza en total. Los mayores importadores europeos de esta bebida espumosa siguen siendo Eslovaquia, Alemania y Polonia. En cuanto a los mercados fuera de la Unión Europea, encabezan la lista Rusia, Corea del Sur y EE.UU.
Una menor demanda de cerveza checa fue registrada en 2019 de parte del Reino Unido, Austria y Corea del Sur, aunque en el caso de este último país las importaciones de cerveza checa siguen registrando cifras bastante altas. A su vez, las exportaciones al Reino Unido se redujeron un 16%.
En lo que respecta al futuro próximo, la Unión Checa de Cervecerías y Malta no es nada optimista, teniendo en cuenta los impactos de la crisis de coronavirus. De acuerdo con el presidente de esa entidad, František Šámal, en los resultados del año en curso repercutirán negativamente los más de dos meses en que los restaurantes tuvieron que permanecer cerrados por coronavirus y el tiempo posterior que necesitarán para recuperarse y volver a la normalidad.
Y, en segundo lugar, la ausencia de los turistas tanto nacionales como extranjeros durante la vigencia del estado de emergencia y las medidas restrictivas adoptadas para prevenir la proliferación de la enfermedad COVID-19 en la República Checa.
Se calcula que las ventas de cerveza entre marzo y finales de mayo de este año caigan un 40% en comparación con el mismo periodo de 2019. Debido a que la venta de cerveza de barril se detuvo prácticamente, se calcula que la producción de cerveza se reduzca entre 1.5 millones y 2 millones de hectolitros. La Unión Checomorava de Minicervecerías teme que una cuarta parte de las 500 minicervecerías existentes podrían llegar a quebrar.