Niños cubanos arribaron a Praga para reencontrarse con sus padres
El niño Yancarlos, de nueve años y su hermanita Ivana de dos, se reunieron en Praga con sus padres Liuver Saborit y Mayda Argüelles después de 17 meses de separación forzada. La presión internacional surtió efecto y el régimen cubano permitió la salida de los menores que habían quedado en la Isla.
Las autoridades cubanas no habían querido dar el visto bueno para que los niños abandonaran la Isla y se reunieran con sus padres. Tras fallidas solicitudes ante el régimen castrista, el joven matrimonio cubano convocó en diciembre una manifestación pacífica ante la embajada de Cuba en Praga, exigiendo la salida de sus hijos.
El caso del matrimonio cubano fue tomado por la prensa internacional y algunas organizaciones humanitarias, y finalmente el sábado el joven matrimonio pudo nuevamente abrazar a sus hijos en el aeropuerto internacional de Praga. Mayda Argüelles se encontraba muy emocionada pero aún así no olvidó que en Cuba hay muchas personas que no han tenido la suerte de ellos.
"Pensé que este momento nunca iba a llegar, pero bueno llegó. Y quiero que todas las familias que están en nuestro caso, en nuestras condiciones, todos los médicos, y todas las personas que hay retenidas en Cuba, también tengan un final como el nuestro, que les dejen salir y les den su libertad".
Es sabido que en Cuba hay muchas familias divididas, hijos sin padres, padres sin hijos, esposas sin maridos, hombres sin esposas; resulta que alguno huyó del país, y el sistema ha impedido que las familias se vuelvan a reencontrar.Consultada por los medios de comunicación sobre las razones que tuvo el régimen de Fidel Castro para permitir la salida de los menores Yancarlos e Ivana, su madre sostuvo que fue resultado de la presión internacional y de que el régimen trata de mejorar su imagen.
"Pienso que es porque él (Fidel Castro) quiere en estos momentos un acercamiento con la Unión Europea y no le conviene que sepan las violaciones a los derechos humanos que hace en Cuba".
Yancarlos e Ivana, llegaron a Praga acompañados por sus abuelos maternos, que en los últimos 17 meses se habían encargado de cuidar a los menores en La Habana.
A partir de ahora los planes de Liuver Saborit y Mayda Argüelles son llevar una vida normal, con sus hijos a su lado, pero seguir luchando por una Cuba libre.