El Irak posbélico visto por un fotógrafo checo
"Irak es un país fascinante, pleno de paradojas. Cuna de la civilización, empapado de petróleo, podría ser muy rico, pero la gente vive allí en pobreza y hace largas colas para comprar gasolina", así resume sus impresiones de Irak Petr Josek, una de las destacadas personalidades del fotoperiodismo checo. Las fotografías que hizo allí están expuestas en la Casa de la Fotografía Josef Sudek, en Praga.
Como fotoreportero de la agencia Reuters, Petr Josek llegó a Irak seis días después del ataque aliado contra Bagdad.
"Llegué allí a mediados de abril y me quedé hasta mediados de mayo. El viaje fue bastante difícil y con mis compañeros de Reuters tuvimos que cambiar varias veces nuestros planes. Al final llegamos a Aman, en Jordania, y allí esperábamos el primer convoy militar que se trasladaba hacia Bagdad".
Petr Josek se alojó en la capital iraquí de donde emprendía diariamente viajes a sus alrededores. Se le cumplió el sueño de cada fotógrafo: plasmar la vida y la atmósfera de un país en una encrucijada histórica. Cómo logró hacerlo, lo pueden ver quienes visiten hasta el siete de diciembre la capitalina Casa de la Fotografía Josef Sudek.
"Originalmente pensaba que fotografiaría la reconstrucción de Irak, pero al final plasmaba lo que ocurría las primeras semanas tras la caída de Sadam Husein, episodios de la vida cotidiana de los iraquíes empobrecidos y confundidos".
Unas sesenta fotografías expuestas son en blanco y negro. Aunque Petr Josek utilizó la cámara digital de color, optó por convertir las fotos blanco y negro para resaltar más la cruda realidad.
"Hay varias imágenes de fosas comunes rodeadas por iraquíes desesperados buscando los restos de sus familiares asesinados por el régimen baasista hace más de diez años. Hay una señora que porta en la mano el carnet de identidad de su hermano al que no vio durante doce años excavando los huesos en espera de encontrar algo que le indicara que su hermano había sido sepultado precisamente en aquella fosa".
En otras fotografías aparecen los policías estadounidenses de Los Angeles entrenando a los policías locales, enseñándoles cómo portarse durante las manifestaciones.
"Nunca olvidaré a una familia cuya casa en el centro de Bagdad fue bombardeada y que se mudó a la periferia encontrando refugio en lo que originalmente eran los baños del Ejército iraquí. Allí vivían con cinco hijos, en medio del incesante humo apestoso de canales que Sadam había mandado construir alrededor de Bagdad, para llenarlos del crudo y luego prenderlos fuego".
A la pregunta de cómo le parecía el Irak tras la caída del dictador, Petr Josek responde con una sola palabra: desorientado.
"Los habitantes aplaudieron la derrota de Husein, pero no me parece que saluden a los norteamericanos como liberadores. La incertidumbre es lo que caracteriza la situación actual. Nadie sabe que pasará y la gente, acostumbrada a vivir durante decenios bajo la dictadura, de repente no sabe qué hacer con la libertad adquirida", puntualiza el fotógrafo checo de la agencia Reuters, Petr Josek.