República Checa toma radicales medidas contra la fiebre aftosa
Ni el canal de La Mancha pudo contener la propagación de la fiebre aftosa a la Europa continental: Las autoridades francesas confirmaron el brote de la enfermedad en una granja del departamento de Mayenne. Los Estados europeos han tomado urgentes medidas para impedir la transmisión del contagio y también en las fronteras de la República Checa ha empezado la lucha para detener la epidemia.
En el aeropuerto internacional de Praga todos los pasajeros procedentes de la Unión Europea deben pasar por alfombras desinfectantes desde ayer martes. La medida afecta a 120 vuelos diarios, pero la portavoz del aueropuerto capitalino afirma que ello no ha provocado trastornos en el tráfico aéreo.
También los ferrocarriles checos se preparan para luchar contra la propagación de la fiebre aftosa. Desde mañana jueves, todos los viajeros procedentes de Alemania, Austria y Polonia, deberán bajarse de los vagones en la frontera, limpiar el calzado en las alfombras de desinfección y entregar los alimentos que tengan, aunque se trate, por ejemplo, de galletas.
Los agricultores checos empiezan a convertir sus granjas en fortalezas. Puertas cerradas, caminos cubiertos por desinfectantes y cercas son algunas de las medidas preventivas.
"Sobre todo tratamos de impedir que personas extrañas penetren en las instalaciones de la granja," dice uno de los agricultores. Los granjeros son, sin embargo, escépticos en lo que se refiere a la eficacia de las medidas preventivas.
Contra la fiebre aftosa aplican medidas preventivas también los zoológicos checos, desinfectando tanto la entrada como las sendas en torno a los pastos de los rumiantes.