Milan Kundera, las marionetas y el provinciano atractivo de Brno
Mauricio Estrada es un director de teatro mexicano muy conectado con la cuestión literaria, según él mismo dice. Lleva desde septiembre pasado radicado en Brno, donde realiza una investigación sobre el teatro de marionetas, y aprovecha el tiempo para escribir y dirigir sus propias obras.
El mexicano Mauricio Estrada lleva pocos meses en la República Checa, pero lo suficiente para reconocer que se encuentra muy a gusto, dedicándose a lo suyo, comenta al teléfono desde Brno.
“Yo llegué en octubre aquí a la JAMU de Brno, porque estoy haciendo una investigación sobre el teatro de títeres checo. Yo desde el año pasado metí un proyecto en México para venir acá. De hecho ya había estado acá el año pasado haciendo la Escuela de Verano aquí en Brno. Justamente el mismo Gobierno checo me había dado la beca porque habían visto que había estado interesado en la cultura checa desde años antes. En México estuve haciendo un proyecto sobre Milan Kundera y ahí fue donde conocí a la comunidad checa y donde tuve oportunidad de acercarme a la cultura checa”.
“Estoy más enfocado a la dirección escénica, tratando de manejar lo que es el teatro de títeres, el teatro fantástico y el teatro erótico. Tratar de hacer una cosa conjunta bastante interesante ahí. Es un proyecto muy loco pero hemos estado haciendo cosas. Estoy tomando algunas materias con la gente de Erasmus y ya hicimos algún espectáculo el semestre pasado. Además, este semestre de hecho ya me publicaron en JAMU un pequeño texto que representamos en un festival interno de JAMU, titulado Salón, que fueron pequeñas obras de estudiantes de la JAMU”.
Y precisamente esa obra que escribió es la que ha estado representando en Brno.
Mauricio Estrada reconoce que su interés por la cultura checa nació hace mucho tiempo y por eso no le ha costado nada integrase al país.
Vive en Brno, pero le ha tocado viajar a Praga y traza sin problemas una comparación entre las dos ciudades checas más grandes.
“Son muy diferentes y sin embargo tiene cada uno sus atractivos. Praga es una ciudad extremadamente cosmopolita, con todo el mundo te puedes comunicar fácilmente y tienes infinidad de lugares adonde ir. Brno es un poco más pequeña, pero sin embargo es muy, muy acogedora. Es un poco parecida a Viena, tienen el mismo concepto arquitectónico, pero es una ciudad pequeñita y sin embargo, tal vez por ser una ciudad muy escolar, llena de estudiantes, se vuelve más acogedora. El único problema que hay en Brno es que muy poca gente habla el inglés y sí es un poco de trabajo el comunicarte con la gente común y corriente, pero cuando estás con estudiantes esto es más sencillo”.
“Yo estudié literatura dramática y teatro en la UNAM, en la Ciudad de México, especializándome en dirección escénica. Ya después de haber concluido mis estudios estuve viviendo en Baja California Sur, dos años. Estuve haciendo radio, encargándome del taller de teatro, básicamente, e impartiendo clases de español y literatura. Por otro lado la literatura también es uno de mis fuertes. Probablemente este lunes 26 se lea uno de mis textos allá en Praga”.
Y sostiene que su conexión con la cultura checa se debe a la influencia que ha ejercido en su vida la obra del escritor Milan Kundera, de quien se declara fanático.
“Fue justamente por Kundera. Yo soy un fanático de Milan Kundera, es mi escritor favorito. Y justamente así fue como empezó todo. Decidí poner en escena una obra de él. Me acerqué a la embajada checa en México, me apoyaron y de ahí empezó todo este romance con la cultura checa. Estoy haciendo algunas adaptaciones de textos de Kundera a teatro, justamente, que es un poco difícil presentarlas aquí en la República Checa por una cuestión de derecho de autor con Kundera que no permite que se adapten sus textos justamente aquí, solamente en República Checa, no sé por qué, pero bueno, el interés sigue ahí”.
“Yo tuve que cambiar mi proyecto el año pasado porque yo ya tenía perfectamente elaborado mi proyecto sobre Kundera y envié todos los documentos a JAMU y justamente de JAMU me respondieron para decirme que era muy interesante, que les había gustado mi trabajo y mis propuestas, pero que no podían aceptarme por los problemas de derecho de autor con Kundera. Sin embargo la coordinadora de estudiantes internacionales de JAMU, Petra Riou, ella se portó muy amable conmigo, ha sido una persona que me ha apoyado mucho. Me dijo que si en realidad estaba interesado en estudiar en JAMU cambiara el proyecto. Entonces mi segunda opción fue las marionetas checas, que siempre me han gustado mucho, pero quise combinarlo con todo este asunto de la multimedia, el teatro erótico y así fue como surgió el proyecto, a la mera hora, al final sí le gustó y fui aceptado”.
