Legisladores checos proponen destituir el Consejo de Radiotelevisión
La Cámara de diputados checa recomendó este miércoles al Primer Ministro, Vladimír Spidla, destituir al Consejo de Radiotelevisión. Según los legisladores, el Consejo no ha cumplido sus deberes de largo plazo y fue culpable de la derrota que la República Checa sufrió en el arbitraje internacional contra la compañía norteamericana CME, ex inversionista en la televisión privada Nova.
En contra se expresaron los dos partidos oposicionistas, el Partido Cívico Democrático y los comunistas. Objetaron que la razón principal de la destitución del Consejo fuese su supuesta responsabilidad por la derrota que la República Checa sufrió en el arbitraje internacional contra la compañía CME. Dicho arbitraje sentenció que Praga debe pagar a CME más de 350 millones de dólares, ya que no protegió sus inversiones en televisión Nova.
El jefe de los diputados por el Partido Cívico Democrático, Vlastimil Tlustý, subrayó que la República Checa recurrió al tribunal de apelación de Estocolmo que todavía no ha fallado al respecto. "Es algo prematuro destituir al Consejo de Radiotelevisión cuando todavía no ha sido comprobada su culpa", enfatizó Tlustý.Sin embargo, la diputada de la gubernamental Unión de la Libertad, Hana Marvanová, advirtió que el arbitraje no es la única razón para la destitución del Consejo.
"Hay otros problemas que el Consejo de Radiotelevisión no fue capaz de solucionar. Además del arbitraje por televisión Nova, la República Checa enfrentará probablemente otro arbitraje en el caso del canal televisivo TV3, donde el Consejo tampoco supo proteger los intereses de los inversionistas. La incapacidad de garantizar la transparencia de las relaciones de propiedad en las televisiones checas fue criticada repetidamente por la Comisión Europea. Además, existen serias sospechas de corrupción cuando se trata de conceder licencias de radio".El director del Consejo de Radiotelevisión, Martin Muchka, rechaza rotundamente estas críticas, culpando a los legisladores por haber aprobado una ley que dejó al Consejo sin competencia.