Las relaciones checo-alemanas son buenas

Primer ministro checo, Vladimir Spidla y Canciller alemán, Gerhard Schroder, en Praga, foto: CTK

El Canciller alemán, Gerhard Schroder, realizó este viernes una visita oficial a la República Checa. Su viaje fue una señal de que los políticos de ambos países han logrado superar los conflictos del pasado. Ha empezado una nueva etapa de las relaciones checo-alemanas.

Primer ministro checo,  Vladimir Spidla y Canciller alemán,  Gerhard Schroder,  en Praga,  foto: CTK
El Canciller alemán arribó a la República Checa con un retraso de un año y medio. Robert Schuster, especialista en las relaciones checo-alemanas, explica a qué se ha debido la postergación del viaje de Gerhard Schroder a Praga.

"La razón por la que Schroder canceló hace un año y medio su visita a la República Checa fueron las declaraciones del entonces Primer Ministro checo, Milos Zeman, que se refirió a los sudetoalemanes en términos poco escrupulosos, calificándoles de la quinta columna de Hitler en la Checoslovaquia de Entreguerras y subrayando que se merecían ser expulsados".

Canciller alemán,  Gerhard Schroder,  y presidente checo,  Vaclav Klaus,  en Praga,  foto: CTK
Según Robert Schuster, la parte alemana esperaba hasta que el oficialismo checo se distanciara de dichas declaraciones de Zeman.

"Y así fue en un discurso del Presidente, Václav Klaus, en marzo pasado. Así como más tarde, en junio, cuando, al comentar los resultados del referéndum checo sobre la adhesión a la Unión Europea, tanto el Gobierno como el Presidente destacaron que lo que pasó a los sudetoalemanes tras la Segunda Guerra Mundial, resulta hoy inaceptable".

Robert Schuster constata que las relaciones checo-alemanas son buenas a nivel gubernamental porque ninguna parte desea retomar los temas del pasado, ya sean los Decretos de Benes o la expulsión de la minoría alemana de Checoslovaquia.