Las comidas tradicionales checas versus la dieta de ensaladas

La Navidad y la celebración del fin del año son siempre momentos en los que se acostumbra comer un poco más de lo común y corriente. Este año no ha sido la excepción, pero sin duda los ciudadanos checos han cambiado sus hábitos gastronómicos en los últimos diez años.

La tradición de la mesa checa impuso durante muchos años carne de cerdo y col. No es que hoy haya desaparecido del todo. No obstante, las ensaladas, la carne de aves y las pastas parecen haber llegado para quedarse.

No se trata de ninguna revolución culinaria, pero sin duda el cambio registrado en la gastronomía responde entre otros a la afluencia de costumbres de otros países, a la mayores posibilidades de las personas de viajar y cultivarse, así como el acceso a gran cantidad de información, sostienen los sondeos de opinión.

Jiri Palbrmann, asistente del "chef" de cocina de Eurest, una cadena de catering que prepara y sumistra comida a la empresas no comparte plenamente la idea del gran cambio.

"Yo creo que el gran cambio no se ha dado, porque más del cincuenta por ciento de los comensales para los que preparamos nuestra comida siguen pidiendo comida checa tradicional. Las que se inclinan por las ensaladas y otras comidas más ligeras son las mujeres que cuidan más su línea y se dejan influir por las tendencias actuales".

En la República Checa el consumo de aves ha aumentado a tal punto que el promedio se ha disparado a diez kilos per cápita. Y el consumo de verduras es tres veces mayor que hace una década, indican los estudios de los centros demoscópicos.

Los especialistas sostienen que con la apertura política y económica ocurrida en 1989, tras la caída del comunismo, los ciudadanos han empezado también a comer productos favorables para su salud. Esto responde también a la liberalización de los mercados y a la economía de mercado que obliga a reducir los precios como resultado de la competencia.

A pesar de los cambios en las costumbres gastronómicas, lo que ha repercutido en un mejor estado de salud de cierto sector de la población, los checos necesitan todavía practicar deportes para dejar de figurar entre los más obesos del Viejo Continente.

Autor: Federico Picado
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