Las adopciones de niños checos son mucho más viables en el extranjero que dentro del país
Adoptar niños sigue siendo un problema en la República Checa. Por un lado, las adopciones realizadas por checos cuentan con un porcentaje fracasos mucho mayor que las realizadas desde el extranjero. Por otro aumenta el número de adopciones realizadas por checos de manera alegal en países en vías de desarrollo.
Según el director del Instituto para la Defensa Legal Internacional del Niño, Zdeněk Kapitán, la diferencia es muy acusada.
“En estos diez años en los que está en vigor el convenio, desde el extranjero se ha conseguido adoptar 323 niños, con un porcentaje de fracaso de más o menos un uno por ciento. En el interior del país el número de adopciones llega cada año a las 500 como término medio. El año pasado los padres adoptivos devolvieron a las instituciones unos 100 niños. Esta cifra en comparación con la de las adopciones internacionales es, por supuesto, incomparablemente peor”, informó.
Dos tercios de los niños checos adoptados desde el extranjero son varones, y un 30 por ciento proviene de la Región de Ústí, una de las más pobres del país. Los principales países de adopción son Italia, Alemania y sobre todo Dinamarca, adonde marchan el 40 por ciento de los huérfanos.Por otro lado, los trámites burocráticos y las duras condiciones que exige la Administración checa a los potenciales padres adoptivos están empujando a los checos no solo a adoptar en otros países, sino a hacerlo fuera del Convenio de la Haya. Y es que el documento también establece pasos muy estrictos destinados a evitar el secuestro y el comercio infantil, que sin embargo hacen desistir a muchos padres.
Por este motivo numerosas parejas checas acuden a países que no han firmado el acuerdo, como la República Democrática del Congo, de la que han llegado ya ocho niños en lo que va de año. En 2009 los checos adoptaron a unos 200 huérfanos procedentes de África.En opinión de Zdeněk Kapitán, es necesario cambiar la legislación para que las adopciones internacionales fuera del marco de La Haya sean ilegales. A su entender, entrañan numerosos riesgos, tanto sanitarios y legales como de racismo o de identidad, en cuanto el niño adoptado entra en la adolescencia. Además, el elevado coste de estos trámites alegales, que puede llegar a los 35.000 euros, podría ser más útil para el continente africano si se invirtiera en proyectos de desarrollo.