La Unión Europea no exige el cierre de la central de Temelín

Günter Verheugen

La Comisión Europea quiere acabar de una vez por todas con el conflicto surgido en torno a la central nuclear checa de Temelín, y también con el proceso resultante del Acuerdo de Melk, que pretende garantizar los estándares de seguridad imprenscindibles para que el funcionamiento de la central no preocupe a los países vecinos de la República Checa.

La República Checa rechazó categóricamente ayer lunes en Bruselas los esfuerzos internacionales por cerrar la central nuclear checa de Temelín, en Bohemia del Sur. El Comisario para la ampliación de la Unión Europea, Günter Verheugen, apoyó indirectamente a Praga.

El negociador gubernamental checo, Pavel Telicka, transmitió a la Unión Europea la opinión de la Administración checa de que cualquier tipo de conferencia que se convocara para tratar el cierre de la planta de Temelín sería inaceptable para Praga. El comisario Verheugen reaccionó a las palabras de Telicka declarando que si la República Checa no apoyaba una conferencia internacional sobre el tema a él tampoco le correspondía hacerlo, y ratificó que la Comisión Europea no quería tener nada en común con los esfuerzos de algunos países por lograr el cierre de la central de Temelín, tal como exige el Parlamento Europeo.

De esta manera se esfuma otro de los "nubarrones políticos" que encapotaban el cielo checo y que amenazaban con dificultar la entrada del país a la Unión Europea.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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