Comisión Europea rechaza convocar conferencia internacional sobre Temelín

Temelín

La Comisión Europea rechazó definitivamente la exigencia del Parlamento Europeo de convocar una conferencia internacional sobre el cierre de la central electronuclear checa de Temelín, en Bohemia del Sur.

"La Comisión Europea no considera factible apoyar esta iniciativa". En estos términos la Comisión ratifica su negativa a convocar la conferencia sobre el cierre de la planta de Temelín, postura que ya había sido adelantada por el comisario para la ampliación, Gunter Verheugen, en septiembre pasado, pocos días después de la aprobación de la respectiva resolución por la Eurocámara. Verheugen se opuso en esa oportunidad a la iniciativa de los eurodiputados alegando que no era posible conovocar una conferencia internacional en contra de la voluntad soberana de la República Checa en cuyo territorio está ubicada la planta electronuclear de Temelín.

La Comisión Europea argumenta, además, que es absurdo pensar en la financiación internacional del cierre de Temelín. En Europa del Este operan plantas electronucleares, como Bohunice en Eslovaquia, Ignalina en Lituania y Kozloduy en Bulgaria, que representan un peligro para la seguridad de los europeos. La central electronuclear de Temelín, en Bohemia del Sur, cumple con los estándares de seguridad. ¿Quién acarrearía los costes de su cierre si no hay dinero para conseguir que dejen de operar las plantas peligrosas?, alegan los comisarios europeos.

La negativa de la Comisión Europea a convocar una conferencia internacional sobre el cierre de la planta electronuclear de Temelín ha causado revuelo en el escenario político de la vecina Austria donde algunos políticos -sobre todo los Libres de Jorg Haider- juegan con la carta de Temelín. La postura del Partido Popular austríaco es más moderada. Si los austríacos no suavizan su postura se colocarán en una situación incómoda en la Unión Europea. Austria amenaza con bloquear la conclusión del capítulo sobre el sector energético en las negociaciones de admisión de la República Checa a la Unión Europea, en caso de que no se solucione el problema de Temelín. La Comisión Europea quiere conseguir que Austria ceda, pero sin que los austríacos tengan la impresión de haber dado su brazo a torcer.