La RCh desarrolla el detector de armas químicas y biológicas a distancia

Trabajo de la checa unidad antiquímica en Kuwait, foto: www.army.cz, Ludek Lavicka

La República Checa es capaz de contribuir significativamente a la lucha contra las armas de destrucción masiva. Los científicos militares checos desarrollan, en cooperación con Estados Unidos, un detector de sustancias químicas y biológicas a distancia.

El detector basado en el uso de tecnologías con rayos láser es capaz de monitorear la presencia de sustancias químicas y biológicas a una distancia mínima de 500 metros y máxima diez kilómetros.

El científico Jirí Kadlcák, del Instituto Técnico Militar de Protección, con sede en Brno, subraya que lo más importante es que el detector no debe estar en contacto directo con las sustancias monitoreadas.

"La mayor ventaja del detector consiste en la posibilidad de advertir con antelación a la población sobre un inminente ataque con armas químicas y biológicas. Dicho de otra forma, esto posibilita tomar medidas de protección para minimizar las consecuencias".

Los científicos militares checos cooperan en el desarrollo del detector con sus homólogos estadounidenses.

"En vista de que la República Checa no posee sustancias combativas biológicas ni dispone de laboratorios en los que sería posible experimentar con estas sustancias, se prevé que los tests respectivos se lleven a cabo en Estados Unidos en 2005".

El proyecto checo del detector de armas químicas y biológicas fue aprobado por la OTAN y participa en él también Turquía; en el futuro se sumarán Canadá, Francia y Polonia.

Proyectos semejantes se llevan a cabo en otros países aliados pero todos están todavía en fase de investigación. El mayor avance se ha logrado precisamente en la República Checa que trabaja en el proyecto desde 1983.