La impunidad de la violencia sexual en Chequia

El doctor Jan Cimický, conocido en el país por la popularización de la psiquiatría, es investigado por la Policía por sospechas de abuso sexual. El escándalo ha sacado a la luz la impunidad de la violencia sexual en la sociedad checa.

La noticia de que el doctor Jan Cimický había sido nominado para recibir la Medalla al Mérito, que otorga el presidente de la República, sirvió de detonador para que la actriz y cantante checa Jana Fabiánová lo acusara de agresión sexual. La víctima aseguró que un depredador sexual no debería recibir un premio estatal.

Jan Cimický | Foto: Adam Kebrt,  Český rozhlas

Cerca de 30 mujeres han presentado, al menos hasta el momento, cargos contra el popular psiquiatra, que prefirió renunciar a la condecoración estatal, pero adelantó que iniciaría acciones para limpiar su nombre.

El caso del popular médico, conocido por su actividad literaria y presencia permanente en los medios de comunicación, ha sacado a relucir el nivel de la violencia sexual en el país.

Una de las cabezas visibles de la lucha contra el abuso sexual es la abogada Lucie Hrdá, que ha levantado su voz para denunciar las lagunas que existen en la justicia checa y promover ayuda y protección a las víctimas de los abusos sexuales.

En declaraciones a la Radio Checa, Hrdá alertó ante el hecho de que en Chequia la mitad de los agresores por violación reciben una pena condicional o una pena que oscila entre dos y diez años.

“No estoy pidiendo penas de cien o doscientos años por violación. Lo que pasa es que si tenemos condenas de entre dos y diez años, me gustaría que se aplicaran por ocho, nueve o diez, y no solo por dos, dos y medio o una pena condicional. No me imagino que tiene que hacer un agresor para recibir una pena mayor”.

Foto ilustrativa: Charl Folscher,  Unsplash,  CC0 1.0 DEED

En los países occidentales las penas por agresión sexual tienen varios grados dependiendo de la gravedad del delito y de eso dependen los años de prisión. La abogada mencionó que en Chequia un hombre violó a su pareja más de 80 veces, pero el veredicto de los tribunales fue siempre una condena condicional.

Según las estadísticas, la mitad de las mujeres de la República Checa han sufrido acoso o violencia sexual, mientras que una de cada diez mujeres de fue víctima de violación. Sin embargo, solo un 2% de los casos termina con la condena del agresor, y únicamente el 50% son sancionados con una sentencia suspendida.

De acuerdo con Hrdá la sociedad checa tiene mucho trabajo por delante. Las leyes no se han ajustado a la realidad existente, muchas veces los jueces, la policía no actúan de la mejor manera, al tiempo que las víctimas no están en condiciones de reaccionar de manera inmediata.

“A menudo, pasan 20 o 30 años hasta que las víctimas deciden hablar de lo ocurrido. Necesitan superar traumas que derivan de la agresión. En muchos casos los atacantes no son procesados porque el delito ha prescrito”.

En términos generales en la sociedad falta una actitud solidaria con las víctimas de agresiones sexuales. De acuerdo con testimonios de mujeres que han buscado ayuda en ONG, en mucho casos han topado con reacciones negativas en la Policía, que les reprocha que han llegado muy tarde con la denuncia.

Muchas víctimas se culpan a sí mismas, consideran que debieron haber reaccionado de otra manera y sobre todo se avergüenzan por lo ocurrido y no en última instancia, según dice la abogada Hrdá, se sienten indefensas, porque los agresores sexuales pocas veces terminan en la cárcel.

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