La fotografía como arma de lucha ante las injusticias del mundo
La fotografía periodística es muy pasiva ante el conflicto, dice Laura Terré, una de las comisarias de la exposición ‘Peso y Levedad’, recién inaugurada en el Instituto Cervantes de Praga. Esta muestra fotográfica, que refleja distintas realidades latinoamericanas, quiere ir más allá del simple reportaje gráfico, hasta convertirse en una puerta de esperanza hacia un mundo mejor.
En entrevista con Radio Praga, Laura Terré desvela algunas claves de una muestra que exhibe 16 series fotográficas de otros tantos artistas de los más diversos países de la región, empezando por México y terminando en Argentina.
“El peso de la violencia, de la realidad, elevado un poco con la levedad de la esperanza. Esperanza de la posibilidad de cambio y la esperanza también de la lucha de las comunidades y de la gente que está padeciendo estas situaciones para salir de ellas. Una de las cosas que la fotografía periodística hace y que mucha gente critica, y que ha sido tema de debate, es que hay una pasividad muy grande ante el conflicto. Hay una fotografía, la de conflicto, que parece que se está recreando en todas las consecuencias de la injusticia. Y en cambio tiene que haber una puerta más allá. Ser la posibilidad de lucha que tienen las personas que están sometidas a un conflicto es lo que tiene que rescatar la fotografía”.
Por eso ‘Peso y Levedad’ no opina sino que describe detallada, artísticamente, para que el público se vea obligado a cuestionarse por las causas de una violencia que muchas veces parece endémica.
“Yo creo que esta exposición en cualquier caso siempre lo que motiva es una reflexión a fondo. No es esa fotografía paralizante que tú te encuentras ante una desgracia, ante una situación tan terrible, tan violenta, que te bloquea. Sino que lo que busca es aquella reflexión más allá que al menos te sitúe frente a aquella realidad y te obligue a preguntarte por las causas”.La exposición puede resultar fuerte, con imágenes duras y hasta trágicas y sombrías, pero también está el otro lado de la realidad, más esperanzador.
“Es que esas dos realidades coexisten y lo que coexistieron desde el principio fueron las fotos y los autores, porque nosotros no fuimos a buscar a estos autores ex profeso ni tampoco lo pusimos en la balanza, a ver cuántos eran violentos o más esperanzadores o más poéticos, sino que la cosa surgió solamente atendiendo la calidad de los trabajos presentados. Cuando veíamos que un trabajo era de calidad, serio, tuvimos la ocasión también de mira a los ojos de los fotógrafos, de preguntarle sus motivaciones, por qué estaban trabajando eso, cuánto tiempo llevaban. Y observar qué tipo de búsqueda estaban haciendo, eso nos determinó a seleccionar”.
Laura Terré habla en plural porque no es la única comisaria de la muestra, trabajó codo a codo con la guatemalteca Rosina Cazali, que lamentablemente no pudo viajar a Praga. Pero sí lo hizo Laura Terré, quien está muy conforme con la selección que hicieron tras un intenso trabajo.
“Y una vez que tuvimos todo aquello entre las manos Rosina y yo dijimos: ‘Y ahora qué hacemos con todo esto’. Porque claro, es un popurrí. Tú no puedes estar induciendo ideas. Ellos te las han dado todas. Lo que podíamos hacer era rescatar, bueno, esta concesión un poco literaria que tenemos los curadores, que le podemos poner nombre a la imagen, porque la imagen es muda. Y entonces puedes hacer este juego de subrayar las intenciones, mediante textos, mediante palabras, pero en definitiva lo importante es que eso es lo que había. Atendimos a la calidad. No seleccionamos ni por los contenidos ni por las temáticas. Atendimos a la calidad y a la verdad, a la cosa genuina de los trabajos”.Laura Terré insiste en que los trabajos aquí presentados van más allá de la simple foto periodística.
“La fotografía es totalmente estúpida. La fotografía no lleva contenidos, los contenidos se los da el que observa. Entonces hoy en día la fotografía depende de la finalidad que se le imponga. Y en el momento en que se la quiera presentar y en la forma en que se presente, puede parecer arte o puede parecer periodismo. Por eso en este tipo de fotografía documental hay muchos que son fotoperiodistas, pero que sin embargo ven que ese tipo de presentación les limita totalmente su discurso. Entonces donde buscan es en otro tipo de presentación y en otro tipo de lenguaje”.
Praga es la primera escala internacional de esta importante muestra que ya pudo verse en Madrid, en la sede central del Cervantes. Laura Terré cree que se debe al esfuerzo de la gestora cultural del Cervantes de Praga, Delia Antelo, que se involucró personalmente en este proyecto.
“Yo creo que ella es una persona que fue capaz de entender el proyecto y me da la sensación, ha hecho otros proyectos de fotografía con lo cual debe haber una sensibilidad al respecto. Pero después también por parte de la ciudad de Praga, creo que al menos desde España tenemos el conocimiento de que este es un país que siempre ha tenido mucha tradición, mucha sensibilidad hacia la fotografía, como arte y como lenguaje, y creo que en ese sentido también los que dirigen el Cervantes de Praga saben que puede ser una exposición que tenga mucho interés para los ciudadanos, que es un arte que se sigue, que hay inquietud respecto a él. Y después, la realidad latinoamericana, yo creo que también puede ser un gancho”.‘Peso y Levedad: Fotografía Latinoamericana entre el Humanismo y la Violencia’ puede visitarse hasta el 10 de marzo en el Instituto Cervantes de Praga.
Foto: Instituto Cervantes