La biatlonista Soukalová supera el síndrome de burnout

Gabriela Soukalová, foto: ČTK

La biatlonista Gabriela Soukalová terminó en el lugar 26 de la primera prueba de la serie mundial disputada este domingo en Hochfilzen. A pesar de lograr un resultado mucho peor en comparación con su triunfo logrado en la pista austriaca el año pasado, se trata de una buena noticia para la hinchada: la checa superó el síndrome de burnout y vuelve a tener ganas de competir.

Gabriela Soukalová vuelve a tener ganas de competir. Foto: ČTK.
Con una medalla de bronce mundial, dos medallas de plata olímpicas y siete triunfos individuales en la copa mundial, Gabriela Soukalová es una de las esquiadoras checas más exitosas de todos los tiempos.

La competidora de 25 años es además muy guapa y canta bien, así que pronto se convirtió en una estrella muy deseada que sobresalió del ámbito deportivo. No obstante, sus compromisos de show business fueron incompatibles con los entrenamientos y pusieron patas arriba su estilo de vida de entonces.

“En el pasado todo lo subordinaba al deporte. Al ir de vacaciones, siempre optaba por un lugar con campo de tiro para no perder el ritmo. Estaba convencida de que se acabaría la fiesta si pasara tres días sin entrenar”, reconoció.

Gracias a su diligencia y persistencia, la joven alcanzó lo deseado. Pero tras lograr los excelentes resultados a nivel mundial, de pronto se dio cuenta de que la vida no eran solamente las pistas de esquí y las dianas.

El relevo checo de biatlón: Gabriela Soukalová,  Veronika Vítková,  Jitka Landová y Eva Puškarčíková  (de izquierda). Foto: ČTK.
“Eso se convirtió en un problema. Al lograr tan buenos resultados, me dije ¿por qué no disfrutar también de la vida? Fue cuando conocí a mi novio y fue muy bonito todo. Hasta entonces no tenía nada de eso, todo fue nuevo. El biatlón ya no es prioritario para mí. Veo a mi alrededor muchas otras cosas que realmente son importantes”, expresó Soukalová.

El año pasado, sus problemas se acumularon: además de sus compromisos cada vez más exigentes, le traicionó la salud, tuvo que someterse a una leve operación y repetidamente sufrió virosis. La competidora ni siquiera tuvo tiempo para ir de vacaciones y su fuente de energía se agotó.

Aun así, Gabriela jamás pensó en poner punto final a su carrera deportiva. Aunque juró jamás sacrificar su vida personal al biatlón, la reciente prueba de Hochfilzen es una señal de que la competidora checa vuelve a tener ganas de pelear de nuevo por buenos resultados.

Autor: Roman Casado
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