Grandes y chicos disfrutan del tobogán de piedra de Luleč

Foto: Ondřej Tomšů

En el pintoresco pueblo de Luleč, en el sur de Moravia, se encuentra el balneario U Libuše. Además de agua natural pura, hay aquí un tobogán de piedra de 70 años de antigüedad.

El balneario U Libuše está ubicado en medio de la naturaleza, a unos treinta minutos de Brno, la capital de Moravia.

La piscina natural del balneario, que tiene unos 6400 metros cuadrados, surgió por casualidad, en el lugar donde había una cantera. La historia del balneario nos la contó el alcalde de Luleč, Adam Majchrák.

Foto: Ondřej Tomšů
“La piscina se creó aquí hace unos 80 años. En el lugar había originalmente una cantera, donde trascurría trabajo de minería. De repente los mineros dieron con un manantial que brotó y en tres días inundó la cantera entera. El agua subió muy rápido. Así que hay partes donde han permanecido sin duda restos de la tecnología, de los carriles, etc.”

Una vez que hubo agua en la cantera, la gente empezó a bañarse. En la década de los 30, los lugareños decidieron arreglar las orillas de la cantera inundada y convertirla en una piscina pública.

El nombre U Libuše proviene de una antigua leyenda. Esta cuenta que hace siglos, la princesa de Bohemia Libuše paró en el lugar cuando viajaba por Moravia y dejó que sus caballos bebieran del manantial local.

Este y otros manantiales en la zona han sido una fuente importante de agua para el área, debido a la sequía en los últimos años, como explica Majchrák.

“En cuanto al agua, esta sale de abajo, de la fuente. La dejamos caer cada año en el otoño para ajustar las orillas. Desafortunadamente, en los últimos años ha habido enormes sequías, incluso hemos tenido que sacar agua de otras fuentes. Este año por ejemplo usamos agua de varios pozos naturales en los alrededores para llenar la piscina”.

Un tobogán único de 70 años de antigüedad

Foto: Ondřej Tomšů
Para los visitantes aventureros se ofrecen dos trampolines, y para los niños hay una piscina especial, con una profundidad de 30 centímetros.

Pero el objeto que sobresale es un tobogán de piedra de diez metros de altura, que ha estado en el balneario desde su fundación.

“Hace un par de años restauramos el tobogán, porque verdaderamente lleva aquí ya unos 70 años. Para ello contratamos a un escultor académico, es decir, a un experto. Cuando le preguntamos cuánto costaría la construcción de un tobogán nuevo de este tipo, nos dijo que se trataba de millones de euros. Además, sería difícil encontrar a alguien quien pudiera hacerlo”.

El tobogán está hecho a mano de una pieza de piedra. Es muy popular sobre todo entre los niños, que pasan horas seguidas divirtiéndose. Incluso hacen carreras donde se deslizan por el agua hacia la orilla opuesta de la piscina.

Las carreras en el tobogán no son la única actividad que los niños practican. En el balneario tienen lugar durante el verano diferentes eventos culturales y deportivos, dice el alcalde de Luleč, Adam Majchrák.

“En el verano se celebran muchos eventos, sobre todo noches veraniegas con diferentes espectáculos, organizados por el municipio o por los restaurantes locales. Durante el día también hay actividades para niños, como la Pasarela de Luleč. En esta carrera se coloca una pasarela sobre la piscina, de un lado al otro, y la gente tiene que atravesarla. También hay un torneo de voleibol con una tradición de 52 años, un torneo de fútbol-tenis y más”.

El número de visitantes del balneario depende por supuesto del tiempo. Por lo general, hay varios cientos de personas al día, pero cuando hace buen tiempo, vienen muchas más.

“El número de visitantes varía. En los fines de semana calurosos, cuando la temperatura alcanza los 30°C y el cielo es azul, viene mucha gente. El año pasado había más de 2500 personas en un día, por ejemplo”

Foto: Ondřej Tomšů

Agua limpia y mucho espacio para relajarse

Foto: Ondřej Tomšů
El agua de la piscina natural está bastante fría (21°C), pero esto tiene la ventaja de que es más fácil mantenerla limpia.

“La profundidad de la piscina es de hasta 14 metros. Cuanto más fría está el agua, mejor es su calidad. En comparación con los estanques poco profundos, el agua aquí de verdad es limpia. Además, no hay barro, solo piedras en el fondo del estanque, lo que también hace que la calidad sea mejor”.

Algunos visitantes de hecho prefieren una temperatura más baja, sobre todo en el verano, como por ejemplo la señora Jana de la cercana ciudad de Vyškov.

“El agua suele estar fría todo el verano. Pero cuando hace calor, es mejor que una piscina normal, donde el agua tiene 29°C. Creo que la temperatura es una ventaja”.

Puesto que el estanque está escondido en medio de un bosque, son principalmente los habitantes de la zona quienes vienen a bañarse. Entre ellos hay personas que han estado viniendo unos 60-70 años.

Una de las visitantes habituales del balneario es la señora Bernardina, también de Vyškov. Pasa aquí prácticamente todo el verano y nada todos los días.

Foto: Ondřej Tomšů,  Radio Prague International
“El balneario en Vyškov siempre está lleno de gente. Aquí todo es mejor. Hay un parque infantil, un restaurante, todo relajado. Y sobre todo tengo amigos aquí con los que puedo charlar”.

La zona también ofrece muchos lugares para hacer excursiones. Si uno no quiere solo bañarse, puede por ejemplo pasear por el bosque adyacente, como añade el alcalde de Luleč, Adam Majchrák.

“En el pueblo de Luleč hay varias atracciones. Está por ejemplo la iglesia de San Martín, ubicada en una colina, que es visible desde lejos e incluso se ilumina por la noche. Cerca de aquí se encontraba el antiguo Castillo de Luleč. También hay varias fortalezas, pozos en el bosque, un sendero natural, etc. El pueblo de Luleč celebró recientemente 670 años, así que la historia es bastante visible”.

La temporada en Luleč comienza en junio y termina en septiembre de cada año.

Foto: Ondřej Tomšů,  Radio Prague International
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