El partido gubernamental más pequeño superó una "revolución de palacio"

Presidente de la Unión Democrática, Ratibor Majzlík, foto: CTK

La formación gubernamental checa más pequeña vivió un ruidoso fin de semana. La Unión de la Libertad - Unión Democrática superó en su congreso una intentona de escisión, confirmó la fusión de sus dos agrupaciones en un sólo partido y escogió a candidatos para las elecciones al Parlamento Europeo.

Presidente de la Unión de la Libertad - Unión Democrática,  Petr Mares,  foto: CTK
"El congreso de la Unión de la Libertad definió las tareas para su directorio y legisladores para el año entrante y eligió al líder de nuestros candidatos para el Parlamento Europeo. Éstos son los principales resultados con los que yo, como presidente de dicha formación, estoy satisfecho", destacó Petr Mares.

El transcurso del congreso de la Unión de la Libertad - Unión Democrática fue, no obstante, más agitado de lo que indica el tono tranquilo de su presidente. Precisamente en este congreso debió culminar la integración de dos formaciones de la Unión. Y así fue, pero con un remate inesperado.

El vicepresidente de la Unión y el presidente de la Unión Democrática, Ratibor Majzlík, exigió que el Congreso cambiara el programa del partido y eligiera a una nueva dirección. Tras haber sido rechazado, abandonó el partido y con él tan sólo sus siete seguidores más fieles. La aplastante mayoría de la Unión Democrática optó por la fusión con la Unión de la Libertad.

Presidente de la Unión de la Unión Democrática,  Ratibor Majzlík,  foto: CTK
Con esto terminó su vida efímera el proyecto de la Coalición de los cuatro partidos menores de centroderecha, firmado en 1999. La Coalición de los cuatro se agrietó por primera vez en 2002 cuando la Alianza Cívica Democrática le abandonara. Los tres partidos restantes formaron en julio del mismo año una coalición gubernamental con la Socialdemocracia.

El futuro de la Unión de la Libertad como una formación parlamentaria es incierto. Los últimos sondeos de opinión pública no le dan ni siquiera el 2, 5 por ciento de los votos, mientras que el límite mínimo para la entrada en la Cámara Baja es el cinco por ciento.