El Palacio Clam-Gallas de Praga abrirá en verano sus puertas como centro de arte barroco
La restauración del Palacio Clam-Gallas, situado en el llamado Camino Real, en Praga, está llegando a su fin. Los trabajos de rescate de esta singular muestra arquitectónica del barroco vienés, llevó unos cuatro años.
El conjunto arquitectónico del Palacio Clam-Gallas, en Praga, está formado por un edificio de dos pisos que rodea un patio de forma cuadrada, decorado por una fuente dedicada a Tritón. Junto al portal principal del inmueble están situadas estatuas de gigantes, obra del taller del escultor Matyáš Bernard Braun.
A la entrada al palacio se encuentra una majestuosa escalera que se dirige a los salones representativos, en la primera planta. En el techo encima de la escalera hay una pintura al fresco que representa al dios griego Apolo en un carruaje dorado, obra del pintor italiano Carlo Carlone. Gracias a los trabajos de restauración fueron descubiertas otras pinturas al fresco en las paredes junto a la escalera, según dijo a la Radio Checa Lukáš Stránský, de la Alcaldía Mayor de Praga.
”Las paredes junto a la escalera estaban pintadas de un solo color antes de la restauración. Cuando los expertos quitaron varias capas de la pintura, descubrieron otras obras de Carlo Carlone. Se trata de pinturas al fresco de dioses como Cronos, Júpiter, Proserpina, Baco y otros. Todas han sido rescatadas”.
Al cruzar en la primera planta la llamada Sala de Teatro, se llega al mayor espacio representativo del palacio, el Salón de Mármol, como cuenta Lukáš Stránský.
”Aquí se organizaban antaño bailes y fiestas. Y para que los músicos no ocuparan mucho espacio y no limitaran a la gente bailando, se les sentaba en una pequeña habitación situada al lado, detrás del espejo del salón”.
El Clam-Gallas, obra inspirada en la mitología, está situado en el llamado Camino Real, por el que en el medioevo, el día de la coronación del nuevo rey de las Tierras Checas, se dirigía el cortejo real desde la colina de Vyšehrad hacia el Castillo de Praga.
Tras la reapertura del palacio, prevista para el verano de este año, la Alcaldía Mayor de Praga planea transformarlo en un centro de arte barroco, al tiempo que quiere presentar al público también la estadía en la capital checa de Wolfgang Amadeus Mozart.
De acuerdo con el musicólogo, Marc Niubó, Mozart pudo haber actuado en el Palacio Clam-Gallas durante su estadía en Praga, según dijo a la Radio Checa.
”No existe una fuente fidedigna que confirmara que Mozart habría estado en este palacio y que incluso habría ofrecido algún concierto aquí. Pero ello no significa que no existiera relación alguna entre Mozart y los Gallas. La más directa se ofrece a través de la destacada cantante Josefína Dušková, respaldada en su labor por el conde Christián Filip Gallas. Es de suponer entonces que, sobre todo en 1787, cuando Mozart preparaba el estreno de su ópera Don Giovanni en Praga, que haya visitado además de la villa Bertramka también este palacio”.
En este contexto el musicólogo Marc Niubó recalcó que por lo menos dos generaciones de los Clam-Gallas fueron grandes mecenas de la música y el arte en general. Afirma que ese es un gran capital cultural del que dispone Praga, por lo que respalda plenamente la idea de transformar el Palacio Clam-Gallas en un centro del arte pictórico y escultórico, así como de la música del siglo XVIII.
El Palacio Clam-Gallas, construido a comienzos del siglo XVIII para el virrey de Nápoles, Jan Václav Gallas, es uno de los monumentos histórico-arquitectónicos más destacados del casco antiguo de Praga. A la familia Clam-Gallas fue confiscado después de la Segunda Guerra Mundial, en base a los llamados Decretos de Beneš.
Actualmente es administrado por la Alcaldía Mayor de Praga. Antes de su remodelación, sus salas eran utilizadas para la celebración de eventos sociales, conciertos y exposiciones. No obstante, debido a su mal estado, en 2018 se dio inicio a trabajos de rehabilitación por más de 18 millones de euros. La Alcaldía de Praga prevé reabrir el inmueble al público este verano.
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