El Gobierno checo volverá a endurecer las medidas contra el coronavirus
El número de nuevos contagios en Chequia sigue creciendo. El Gobierno quiere frenar la propagación del COVID-19 con la adopción de nuevas medidas restrictivas en cuanto al uso de las mascarillas y otras limitaciones en el sector de los servicios.
A partir de este miércoles las mascarillas deben usarse en Chequia tanto en los espacios interiores como en los exteriores y dentro de los automóviles. En los exteriores, el uso de la mascarilla será obligatorio en lugares donde haya una mayor concentración de personas y estas se encuentren a una distancia de menos de dos metros una de la otra. En los automóviles las mascarillas deben usarse cuando viajen en él personas que no sean de una misma familia.
Sigue en vigor la obligación de cubrirse la boca y la nariz en las paradas y los vehículos de transporte público y las estaciones de tren. Una excepción de esta regla la tienen los niños menores de dos años, las maestros y los niños en los parvularios, las personas al practicar deportes y los novios durante su boda.
Las autoridades confían en que las mascarillas puedan ayudar significativamente a detener el brusco aumento del número de infectados, como recalcó Zdeňka Jágrová, directora del Centro de Prevención de las Enfermedades Infecciosas de Praga.
“Cada limitación de la propagación de la infección nos ayuda. Necesitamos que baje el número de nuevos infectados y haremos el máximo por lograrlo. No puedo decir con exactitud hasta qué medida pueden ayudar las mascarillas, pero es necesario aprovechar todo lo que pueda ayudar”.
Este martes los laboratorios confirmaron 11 984 casos nuevos de COVID-19, un nuevo récord de incidencia diaria desde el comienzo de la epidemia en marzo. Aumenta también el número de hospitalizaciones y de pacientes en estado grave.
A partir de este miércoles los hospitales deben informar al sistema coordinado de asistencia médica en una hora como máximo al recibir a un nuevo paciente. Hasta el presente lo hacían una vez al día y de forma inmediata informaban sólo sobre el ingreso de pacientes con COVID-19 en estado grave.
La aplicación de esta nueva medida fue explicada por el ministro de Salud, Roman Prymula, al intervenir el martes ante la Cámara de diputados, al tiempo que dijo que la actual situación epidemiológica en el país requerirá de la adopción de otras restricciones.
”El nivel de movilidad de las personas sigue superando en un 30% y hasta un 50% lo que había en marzo. Los contactos interpersonales siguen siendo muy amplios todavía”.
La peor situación en lo que respecta al número de infectados que necesitarán ser hospitalizados se espera entre el 3 y el 11 de noviembre. En toda Chequia aumenta además el número de hospitales que necesitan ayuda por la cantidad de nuevos pacientes, así como por el número de médicos, enfermeras y otro personal sanitario infectados o en cuarentena. Algunos hospitales se ven obligados a aplazar las operaciones programadas.
En el país se evidencia ahora a más de 113 000 infectados por COVID-19. En ayuda de los hospitales más afectados acuden ya militares, estudiantes y profesoras de disciplinas sanitarias, entre ellas Radka Procházková, maestra de la Escuela Media de Enfermería de la ciudad morava de Znojmo, que dijo a la Televisión Checa que no vaciló en ofrecer su ayuda y acudir junto con sus estudiantes.
”En vista del gran empeoramiento de la situación, sin vacilar ni un sólo instante decidimos con mis alumnas ofrecer nuestra ayuda. Fuimos al hospital de Znojmo y ahora trabajamos aquí y dejamos de ser profesora y alumnas, sino que por un tiempo somos colegas”.
El Gobierno checo sesionó de forma extraordinaria este miércoles desde horas de la mañana para debatir la situación epidemiológica en el país. El martes, el ministro de Salud, Roman Prymula, adelantó a la Televisión Checa que propondrá otras medidas restrictivas, aunque no desearía amenazar la economía del país.
“Cabe decir que tomar semejantes decisiones es bastante complicado y seguramente hay muchas personas que desearían imponer de inmediato un cierre completo. Por otro lado, tomando en cuenta el desarrollo económico del país, se trata de un tema muy delicado y nosotros debemos buscar un modelo óptimo para no tener que adoptarlo y a la vez impedir que el virus siga extendiéndose”.
El martes los ministros hablaron de la eventual limitación de la movilidad de las personas, así como de la reducción del horario de los comercios y los servicios. No obstante, según lo dicho con anterioridad por varios miembros del Gobierno, un cierre total del país, como el que hubo en primavera, no está en el orden del día para no frenar demasiado el avance de la economía.