El Estado checo verifica legitimidad de las recientes rebajas comerciales

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Grandes ganancias aportaron en los pasados días a varios centros comerciales en la República Checa las rebajas, de las que se beneficiaron miles de compradores. La Inspección Comercial Checa verifica si con esa campaña los comercios no violaron la ley.

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Desde tempranas horas de la madrugada del primer día laboral del año junto a los centros comerciales en la República Checa se formaron enormes colas. Miles de personas reaccionaron a las ofertas de los catálogos de rebaja. La "fiebre de las rebajas" causó en el país un verdadero frenesí. En los comercios irrumpió una gran masa de personas que se peleaban por determinados productos, cuya cantidad resultó ser mínima.

El inadecuado comportamiento de las personas durante la campaña publicitaria de rebajas promovida por los centros comerciales lo comentaron en primera plana todos los diarios nacionales, causando una gran sensación.

Jirí Pekný,  foto: Zdenek Valis
La Inspección Comercial Checa, por iniciativa del ministro de Industria y Comercio, Milan Urban, verifica si los grandes comercios no violaron la ley al ofrecer productos con rebajas de hasta el 95 por ciento, cuando en algunas sucursales la mercadería no existió nunca.

"El caso podría ser catalogado como fraude de los comerciantes hacia los consumidores", indicó Jirí Pekný, director de la Inspección Comercial Checa. El ministro Urban considera en esta relación la posibilidad de promover una enmienda a la ley de comercio.

Los analistas sostienen que las campañas de rebajas son una táctica comercial corriente empleada en muchos países y que los consumidores, para no sentirse engañados, deberían leer los anuncios detenidamente y entre líneas. Se enterarían que las rebajas valen sólo para determinados productos y en cantidades limitadas.

El tema es debatido en muchos países. Por ejemplo en Alemania fue aprobada el año pasado una ley según la cual, en caso de rebajas, el comerciante debe disponer de una cantidad suficiente del producto rebajado para poder ponerlo a la venta durante dos días como mínimo.