El equipo médico checo en Mosul ya ha comenzado a atender heridos
Los heridos de bala y por explosiones ya forman parte de la rutina diaria del equipo médico del Ejército checo destacado en Irak, que actualmente atiende a los soldados gubernamentales que combaten en la batalla de Mosul.
Ser trató del primer desafío para estos 17 médicos militares, enviados a Irak en diciembre como contribución de la República Checa a la lucha contra el Dáesh. El director del Centro Operativo Aliado del Ministerio de Defensa, Petr Mikulenka, da más detalles.
“Estaba en peligro de muerte, en estado crítico, y nuestros médicos lo salvaron y estabilizaron. La acción tuvo gran resonancia entre la gente del lugar”. El comandante del equipo posee una gran experiencia, obtenida en Afganistán a lo largo de otras seis misiones internacionales. La situación en Irak es sin embargo ligeramente distinta al consistir la mayor parte de las heridas en disparos y no tanto en explosiones.
Su actividad es al mismo tiempo más dinámica, afirma.
“Tenemos que estabilizar a los heridos, muy a menudo operarlos, luego unos cuidados intensivos de corta duración y mandarlos fuera. Nuestras instalaciones no tienen camas de hospital, nuestra misión es solo realizar operaciones quirúrgicas para salvar vidas”.
Los nombres de los checos parte del equipo no pueden ser revelados por motivos de seguridad y además el hospital de campaña donde se encuentran se haya emplazado en una localización secreta, a unos 200 km al sur de Mosul.El equipo médico del Ejército checo permanecerá en Irak hasta la primera mitad del año, cuando será reemplazado por otra unidad. Esta podría consistir en zapadores, expertos en armas químicas o una unidad logística, según el Estado Mayor. El Ejército checo cuenta con actuar en Irak como mínimo hasta el año 2018.
Además de a Irak la República Checa ha enviado soldados al Sinaí, Mali y Afganistán.