El arma usada por el asesino de Múnich podría provenir de la República Checa
El arma usada por el joven de 18 años que acabó con la vida de nueve personas este viernes en Múnich fue adquirida por Internet en el mercado negro de un proveedor eslovaco o checo, según la Policía alemana. El caso aviva el debate sobre si prohibir las pistolas semiautomáticas.
Alí David Sonboly, el joven alemán de origen iraní que este viernes acabó con la vida de nueve personas en un restaurante de comida rápida, usó para la matanza una G-Lock semiautomática de nueve milímetros. Con esa misma pistola se suicidó cuando estaba a punto de ser atrapado por la Policía.
La pistola no tenía número de serie, pero según la marca de certificado proviene de Eslovaquia, lo que según los investigadores alemanes significa que fue adquirida a través de un vendedor radicado en Chequia o en Eslovaquia. A raíz del atentado, el Gobierno alemán planea una mayor restricción para la tenencia de armas. El especialista checo Jaroslav Štefec, advierte que una regulación más estricta no solucionaría nada.“Lo que va a pasar es que se va a seguir desarmando a la gente, con lo que serán menos capaces de defenderse en estos casos. La situación solo empeoraría. Aquí por supuesto el agresor atacó con un arma ilegal”.Según datos de la Policía alemana, la pistola había sido originalmente un elemento de atrezo para cine o teatro y estaba inutilizada. Alguien la reparó para que pudiera servir de nuevo como arma de fuego y la vendió a través del dark net, el mercado negro de Internet al que se accede solo a través de buscadores específicos.
El asunto llega precisamente en el momento en el que se está debatiendo a escala europea la idoneidad o no de prohibir las armas de fuego semiautomáticas. La República Checa se opone a la medida al considerar que en el país no suponen ningún riesgo y que, además, prohibirlas perjudicaría a los colectivos de cazadores y coleccionistas.Los asesinatos no son considerados de momento atentado terrorista y se refuerza la versión de que Alí David Sonboly actuó empujado por desórdenes psiquiátricos y motivos personales, sin conexión con organizaciones externas. En la República Checa los controles fronterizos puestos en marcha el viernes fueron pronto cancelados y el país continúa en estado de alerta terrorista uno, en el que permanece después de los atentados de París.