Doping controlado por el Estado
El régimen comunista controlaba el doping de los deportistas en la Checoslovaquia en los años setenta y ochenta, según se desprende de las pruebas por escrito publicadas últimamente por la prensa nacional.
"Una aplicación racional de anabólicos contribuirá a la propagación política del deporte en el Estado socialista y fortalecerá el prestigio de la república en el mundo", estas palabras se pueden leer, por ejemplo, en un informe secreto destinado al jefe de la Asociación Deportiva Checoslovaca, Antonín Himl.
Al ver dichos documentos, los médicos y entrenadores que trabajaban en el ambiente deportivo de élite de aquél entonces, hoy día no ocultan que la mayoría de los deportistas utilizaba fármacos estimulantes para potenciar artificialmente su rendimiento, indicando que igualmente lo hacían los deportistas en todo el mundo.
En vista de estas declaraciones y documentos, una sombra encubre la época más destacada del atletismo checoslovaco: En 1983 la expedición del país trajo a casa ocho medallas, el lanzador de disco Imrich Bugár, la lanzadora de peso Helena Fibingerová y la corredora Jarmila Kratochvílová incluso consiguieron la máxima meta, la última estableció en ese año un récord en la pista de 800 metros hasta hoy día insuperado. Pero los controles de aquella época no han revelado sustancias estimulantes en su organismo.
Es posible que estos tres atletas solamente tenían suerte, en aquél entonces los controles anti-doping no eran tan eficaces y sistemáticos como hoy, dos años más tarde, el lanzador de peso Remigius Machura y la lanzadora de disco Zdenka Silhavá ya quedaron amallados en las redes de los controles anti-doping.
"Es como si te vas a robar, tampoco puedes saber si te pillan o no", dijo con énfasis Machura para el diario Sport.
