Comida rápida checa compite con las grandes marcas
Qué hacemos, muchas veces, cuando andamos de prisa por la ciudad y tenemos hambre. Qué hace, muchas veces, una madre cuando anda de compras y su hijo le dice que tiene ganas de comer algo. Pues en la mayoría de los casos nosotros y la madre visitaremos un restaurante de comida rápida. Las grandes marcas, las multinacionales, que se afincaron en la República Checa tienen ahora una fuerte competencia de producción nacional.
Indiferentemente de lo que pensemos sobre la comida rápida, si es saludable o no, es una realidad que en la República Checa las hamburguesas y los pollos fritos ya dejaron de ser productos exclusivos de multinacionales como MacDonlad´s y KFC.
Con la aparición de nuevos centros comerciales en la periferia de la capital y grandes ciudades han asomado cadenas de restaurantes de comida rápida de marca checa, que empiezan a volverse cada vez más competitivas respecto a las multinacionales.
La empresa Pax Food de la ciudad de Most, apareció en el mercado con una cadena de restaurantes conocida como Big Food. Ya disponen de sus primeros cinco restaurantes y para el año entrante planean tener diez y seguir creciendo.
Otra de las nuevas marcas checas de comida rápida es de la ciudad de Brno y funciona bajo la denominación de Patatas. Tiene abiertos ocho restaurantes y el plan para el año entrante es duplicar su número.
La empresa checo-austríaca Spak, también apuesta por la comida rápida, por la comida sin cubiertos. Tomar el alimento con la mano, mojarlo en una salsa y a la boca. Esto supone una importante reducción de los gastos de funcionamiento. Ya que no es necesario lavar ni almacenar vajillas.
Pero qué piensan los ciudadanos checos sobre lo que prepara el mercado alimentario para ellos.
"A mí me parece algo positivo, porque considero que la comida rápida es buena, me conviene, ya que me resulta muy práctico y cómodo visitar ese tipo de restaurantes"
No obstante, otros rechazan ese tipo de restaurantes, ya que considera que la comida rápida no es lo mejor para la salud.
"Yo estoy en contra de la comida rápida, porque creo que no se trata de comida de calidad, porque se prepara de manera muy rápida. Además es sufuciente ver a la gente en Estados Unidos que consume ese tipo de comida, en la mayoría de los casos se trata de gente muy gorda."
Representantes de la compañía Pax Food informan que la apuesta de ellos está en las ventas callejeras de comida rápida, mientras que sus rivales se concentran en los nuevos centros comerciales donde el número de potenciales clientes es mucho mayor.
Los grandes centros comerciales los visitan muchas personas entre 15 y 39 años, que por lo general optan por la oferta de los restaurantes de comida rápida.
Otra ventaja de abrir los restaurantes en los centros comerciales es que resulta más económico que directamente en la calle, y esta es una de las grandes ventajas de los comerciantes medianos, que son precisamente los que promueven la comida rápida checa.
Y el precio es lo que marca la diferencia. Los restaurantes Patatas atienden anualmente a unos 360 mil clientes lo que ofrece una imagen importante de su volúmen de ventas en un país con diez millones de habitantes. Patatas es la primera cadena que ofrece franquicias para sus restaurantes según el modelo de las multinacionales.
Las empresas de cobertura mundial instaladas en la República Checa afirman que las marcas nacionales representan cierta competencia, pero que eso ocurre en todo el mundo, y que en el fondo se trata de algo natural.
En la República Checa, MacDonald´s tiene 68 sucursales y KFC, la de los pollos, 20. Otras empresas como Burger King, Wendy´s o Subway no funcionan en el territorio checo y Pizza Hut tiene tan solo un mini restaurante en Praga.
Resulta interesante que los restaurantes de comida rápida checa que empiezan a abrirse camino en el mercado local utilizan, sin excepción, denominaciones en inglés o en otro idioma que no sea el checo. Los expertos sostienen que simplemente se trata de un truco de mercadotecnia para introducirse en el mercado.
