Chequia rechaza solicitud de Italia y no recibirá a un solo refugiado
El primer ministro checo, Andrej Babiš, ha dado una respuesta contundente a Italia. El país centroeuropeo no recibirá a ninguno de los 450 refugiados varados en el Mar Mediterráneo.
El primer ministro checo, Andrej Babiš, fue explícito en su respuesta a Roma e indicó que no aceptará en el país a ningún migrante.
“Hemos conseguido que no habrá cuotas y que el reasentamiento será un asunto voluntario. Partiendo precisamente de que se trata de algo voluntario no veo necesaria la participación de Chequia. Se ha escogido una mala dirección”.
Las declaraciones del primer ministro fueron avaladas por el jefe de la diplomacia checa Jan Hamáček, pero éste dijo que el país puede ayudar de otra manera.
“Le ofreceremos a Italia otro tipo de ayuda, por ejemplo ayuda material y financiera. En caso de que nos lo soliciten podemos enviar a nuestros policías. Pero a la solicitud concreta de Italia responderemos de manera negativa”.
Entre los primeros en responder al llamado de Italia de manera positiva destacaron países como Francia y Malta. Ambos acordaron que se harían cargo de 50 inmigrantes cada uno. Alemania se sumó después y anunció que aceptaría también a unos 50 refugiados. De acuerdo con el servidor de la BBC se sumarían además España y Portugal con la acogida de 50 refugiados cada uno.
La República Checa y los otros tres países que integran el Grupo de Visegrád, Polonia, Hungría y Eslovaquia, se opusieron desde un principio a la política de distribución de refugiados entre los países de la Unión Europea.La reciente aprobación de un acuerdo por parte de los Veintiocho, de que los reasentamientos se harán de manera voluntaria fue acogida con júbilo por los cuatro países centroeuropeos y de inmediato fue puesto en práctica por Chequia.
El anuncio del oficialismo checo de no recibir migrantes fue aplaudido por partidos de la oposición política. El democristiano Partido Popular sostuvo que se podía ayudar de otra manera, sin especificar de qué forma.
Altos cargos del partido de los Alcaldes e Independientes también saludaron la decisión del Gobierno, mientras que el líder comunista, Vojtěch Filip, hoy cercano al Ejecutivo, subrayó que ya en el pasado quedó demostrado que la redistribución de refugiados no funciona, porque ellos quieren vivir solo en Alemania y Suecia.