Audiencia pública sobre la Central Nuclear de Temelín

Temelin, ayer

En la ciudad de Ceské Budejovice, Bohemia del Sur, se efectuó ayer una audiencia pública en torno al informe sobre los efectos que pueda tener la Central Nuclear checa de Temelín en el medio ambiente. Las organizaciones ecologistas checas boicotearon la actividad. Una actitud similar adoptó Austria.

A la audiencia pública asistieron unas 150 personas que presentaron sus puntos de vista sobre el informe. Este fue elaborado por una comisión internacional, en base al acuerdo de Melk concertado entre la República Checa y Austria. El documento toma en consideración estrictamente las normas establecidas en 1997 por la Unión Europea en materia de energía nuclear. En el informe se consta que la influencia de la planta nuclear de Temelín en el medio ambiente es ínfima.

En la audiencia pública estuvieron ausentes los representantes oficiales de Austria, debido a que Viena calificó el documento de insuficiente, negándose a aceptar sus conclusiones.

Milan Machácek, miembro de la comisión internacional autora del informe senaló al respecto:

"Austria, al parecer, esperaba algo distinto del informe desde el punto de vista filosófico. No obstante, en nombre de todos los miembros de la Comisión puedo afirmar que el documento contiene todos los puntos requeridos. Su eventual ampliación se desprenderá de los resultados de la audiencia pública".

Por su parte, Frantisek Hezoucký, director de la Central Electronuclear de Temelín, criticó el hecho de que Viena haya transformado la causa de la planta en un asunto político:

"Los representantes austríacos carecen de fantasía para disenar un proyecto político serio; lo que hacen es disenar métodos baratos para asustar a sus ciudadanos y luego pretenden que están luchando por sus intereses. Esto me parece muy injusto… nunca me imaginé que un país de la Unión Europea se permitiría juegos similares", indicó el director de la Central Electronuclear de Temelín."

También las organizaciones ecologistas checas boicotearon la audiencia pública sobre Temelín, efectuada en Ceské Budejovice. Jan Beránek del movimiento ecologista "Arco Iris" calificó la actividad como un espectáculo teatral para apaciguar a los adversarios de la planta y complacer a la comunidad internacional. Los ecologistas checos critican especialmente el hecho de que en la elaboración del informe sobre los impactos de la planta no haya participado la opinión pública checa.

Esta postura fue criticada por la presidenta de la Oficina Estatal checa para la Seguridad Nuclear, Dana Drábová, quien afirmó que la audiencia pública podría haber sido una oportunidad única para que los ecologistas plantearan sus puntos de vista.