“Acá en Praga todo está mucho más organizado y funciona mejor”
Que las cosas funcionen dentro de un orden más o menos establecido es normal en Europa, donde la buena organización es algo común, pero no lo es tanto en Latinoamérica. Esa es la opinión de una estudiante checa que vivió un tiempo en Perú y desea compartir su experiencia.
Continuamos con Dora, una checa que vivió durante tres años en Lima, Perú, y en ese lapso llegó a entender un poco la idiosincrasia latinoamericana, si es que es posible entender una cultura totalmente diferente a la checa, según afirma.
Dora cree que Lima y Praga son como dos planetas distintos, cada uno con sus cualidades y defectos. Acá, dice, impera el orden y la planificación; allá, no tanto.
“Para mí, la vida acá en Praga y la vida en Lima, por ejemplo, son como dos planetas diferentes, ¿no? Dos mundos diferentes, porque acá todo está muy organizado. Bueno, la República Checa no es el país más organizado de Europa, pero en comparación con Perú es recontraorganizada”.
Dora agrega que se siente muy en deuda con el Perú, país en donde aprendió mucho. Y una de las cosas que aprendió es el arte de improvisar para paliar la mala organización.
“Ahora la situación acá es diferente, las cosas funcionan mejor acá, en cambio allá en Perú siempre hay que encontrar vías alternativas de llegar a lo que uno quiere. En Lima las cosas funcionan de otra forma, es más improvisado. A mí lo que me gusta en los peruanos es que saben improvisar mucho”.
Lo que no le gustó nada es el caos constante que se vive en Lima, ciudad que, con siete millones y medio de habitantes, es casi cuatro veces más grande que Praga, y como esos millones de personas viven en la desorganización, eso Dora lo sentía y sufría a diario.