Tras elecciones regionales, los comunistas son el gran rival del futuro

Las elecciones regionales del domingo pasado causaron un terremoto político en la República Checa cambiando la correlación de fuerzas existente hasta hace el momento. El oficialismo socialdemócrata fue derrotado, los comunistas ganaron terreno y el Partido Cívico Democrático se anotó una gran victoria.

El Primer Ministro checo y líder socialdemócrata, Milos Zeman, anunció que tomaba sobre sus espaldas toda la responsabilidad política por lo ocurrido. Dijo que en la primavera dimitirá a su cargo, tal como lo había anunciado, porque hacerlo de inmediato podría complicar aún más las cosas para su agrupación.

Las causas de la derrota son varias, según quien las analice. El vicepresidente del Partido Socialdemócrata, Vladimír Spidla, dijo que era necesario cambiar la política de la agrupación, porque daba la impresión de que los ciudadanos pierden cada vez más el interés por la política.

Los comentaristas políticos insisten en que la falta de interés del electorado responde en primer lugar a una política social y económica deficiente por parte del gobernante Partido Socialdemócrata.

La lucha contra la corrupción, en los marcos de la "Operación Manos Limpias", no arrojó ningún resultado, por el contrario la corrupción siguió floreciendo en el país. Las quiebras forzadas de Bancos y Cajas de Ahorros afectaron a un gran número de ciudadanos, mientras que los malversadores de fondos se cuentan hoy entre los nuevos ricos.

"El Pacto de Estabilidad Política entre la socialdemocracia y el Partido Cívico Democrático, decepcionó a los electores que hace dos años votaron por uno en contra del otro y al final los mayores adversarios se reconciliaron para bailar el vals del oportunismo y repartirse el poder", coinciden los comentaristas.

En las filas de la socialdemocracia el terremoto político activó el mecanismo que dominará el Congreso de dicha agrupación que tendrá lugar en la primavera. Ya se habla de los interesados en sustituir a Zeman. Los candidatos más fuertes son el ministros del Interior, Stanislav Gross, y el vice Primer Ministro, Vladimir Spidla.

La derrota de la socialdemocracia ha sido tal que nadie cree que en los dos años que les quedan de funciones logren cambiar su imagen, su política y demostrar al electorado los logros de su gestión.

Pero bien, cuando analizamos la situación surgida con más detalles descubrimos que al lado de la derrota de la socialdemocracia y el triunfo del Partido Cívico Democrático, los verdaderos ganadores de los comicios han sido los comunistas que se han convertido en la tercera fuerza política del país tanto en la Cámara de diputados como, ahora, a nivel regional.

Los resultados de las elecciones regionales, marcadas por el ausentismo, reflejan por un lado la desilusión del electorado por la situación política del momento, pero a la vez se ha dado la pauta para las elecciones generales que tendrán lugar dentro de dos años, en las que el gran rival serán los comunistas.

El triunfo de los comunistas se da días antes de que los checos conmemoren, el próximo 17 de noviembre, once años de la derrota del comunismo en la desaparecida Checoslovaquia.

Autor: Federico Picado
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