Sopa gulash
La sopa gulash ocupa un lugar destacado en la cocina checa, al igual que el gulash, plato del que deriva y que fue importado a las tierras checas desde Hungría. Generalmente forma parte del almuerzo, pero puesto que se trata de una sopa fuerte, puede constituir por sí sola una comida.
Para la preparación de esta exquisita sopa necesitamos:
40 gramos de manteca;
40 gramos de mantequilla;
60 gramos de harina blanca;
medio litro de caldo de vaca;
dos o tres cebollas;
200 gramos de carne de vaca;
300 gramos de patatas;
pimentón rojo molido;
ajo;
comino;
mejorana;
sal.
Primero picamos la cebolla y la freímos en manteca en una cacerola lo suficientemente grande. Echamos pimentón rojo molido y agregamos la carne de vaca picada en trocitos pequeños. Vertemos un poco de caldo y cocemos a fuego lento.
Tan pronto como la carne esté blanda, vertemos el resto del caldo y añadimos las patatas picadas en forma de dados. Sazonamos con comino, mejorana y agregamos la sal. Dejamos hervir a fuego lento unos 15 minutos.
En un sartén aparte preparamos una mezcla de manteca con harina, a la que añadimos un poco de pimentón rojo molido. Agitando constantemente, freímos hasta que la mezcla se ponga roja. La vertemos en la sopa a través de un colador, agitando bien. Este paso debería contribuir a que la sopa adquiriera una consistencia más espesa.
Al final agregamos varios dientes de ajo picado. Cuidado con las patatas, que en ningún caso deben recocerse. En tal caso, la sopa podría parecer más bien un puré.
Después de servir la sopa gulash en el plato, pueden adornarla con un poco de hojas de perejil picadas. Pueden acompañarla con pan blanco o negro, según el gusto de cada consumidor.
Les deseamos buen provecho, estimados radioescuchas, y esperamos que nos comenten sus experiencias con la preparación de este plato.