Partido Cívico Democrático declara la guerra a los ecologistas

Partido Cívico Democrático

El Partido Cívico Democrático declaró la guerra a los ecologistas. Este es uno de los puntos del programa electoral del Partido Cívico Democrático, socio tácito del gubernamental Partido Socialdemócrata.

Partido Cívico Democrático
"El Estado no debería financiar las organizaciones ecológicas", afirmó el vicepresidente del Partido Cívico Democrático, Miroslav Benes. El político opina que el gobierno no debería apoyar a activistas que se cuelgan de los árboles para impedir la tala de bosques y protestan contra la construcción de carreteras, plantas electronucleares y represas. Benes calificó a los ecologistas de "elitistas que disimulan que representan la opinión pública y que tratan de dirigir el mundo sin tener galones para ello".

En su programa electoral el Partido Cívico Democrático promueve que las organizaciones ecológicas deberían ser financiadas exclusivamente por patrocinadores. Además, sobre proyectos en áreas protegidas no debería decidir el ministerio del Medio Ambiente, sino las autoridades regionales.

Las organizaciones ecológicas han manifestado indignación por la actitud de los políticos. La portavoz del movimiento ecologista "Duha", Karolína Sulová, comentó que con esta actitud el Partido Cívico Democrático se autodeclaró antieuropeo.

"Mientras que en los países occidentales los políticos conciben a los movimientos ecologistas como "servidores sociales", el Partido Cívico Democrático constantemente trata de impedir que los ciudadanos protesten contra proyectos que amenazan el equilibrio del planeta. Por lo tanto, el programa electoral de esta formación política no nos sorprende."

Václav Klaus,  foto: CTK
Las relaciones entre el Partido Cívico Democrático y las organizaciones ecológicas checas son desde hace años muy conflictivas. El líder del partido, Václav Klaus, no oculta que para él los activistas son fanáticos de orientación izquierdista. El Partido Cívico Democrático veta con regularidad todos los proyectos de ley sobre ecología, insistiendo que la todopoderosa mano del mercado es la que debe sobreponerse a todos los imperativos ecológicos.