La mitad de las obras de arte en el mercado checo pueden ser falsificaciones
De acuerdo con el reciente Art Report 2023, entre un tercio y la mitad de las obras de arte en el mercado checo pueden ser falsificaciones.
Las obras falsificadas, sobre todo pinturas, son consideradas uno de los mayores problemas del mercado con este tipo de artículos, tanto por los comerciantes con arte como por los coleccionistas en Chequia.
Independientemente de que existen diversos métodos de cómo verificar si se trata de un original, utilizarlos se hace complicado muchas veces, pues resulta indispensable la colaboración de especialistas en diversas tecnologías y conocedores de la historia del arte.
Como dijo a la Radio Checa Vítězslav Knotek, de la Escuela Superior Químico-Tecnológica de Praga, algunos métodos llevan a descubrir ciertas sustancias en el papel, lienzo o en las pinturas, que se utilizaban sólo en cierta época histórica.
“Podemos averiguar la composición de los pigmentos, por ejemplo. Algunos no pudieron ser utilizados, digamos, en el siglo XVIII, porque todavía no existían. En base a ese análisis confirmamos que el pintor no pudo haber utilizado colores que surgieron hasta después de su muerte”.
Sin embargo, los especialistas recurren a este método cuando no hay otra posibilidad, porque a veces el sólo extraer una pequeña muestra de la pintura utilizada en el cuadro podría llevar a dañar irreversiblemente la obra. Así, el método predilecto de los especialistas es aplicar los rayos X o rayos infrarrojos, como sostuvo Vítězslav Knotek.
“Gracias a la utilización de la radiografía somos capaces de determinar la historia del cuadro o, también, descubrir una obra falsificada. Los rayos X penetran la capa superior de la pintura y así podemos verificar si por debajo de esta capa no hay otra, si el cuadro original no había sido repintado”.
Los falsificadores a menudo repintan una obra sobre un lienzo antiguo, utilizando pinturas muy parecidas a las de cierto periodo histórico. En tal caso un análisis químico de la obra no sería suficiente para descubrir si se trata de una falsificación.
Pero, de acuerdo con Štěpán Vácha, del Instituto de Historia del Arte de la Academia de Ciencias Checa, no todo cuadro repintado obligatoriamente debe ser una falsificación. Para confirmar si se trata de un original se necesita de la cooperación de especialistas e historiadores del arte, como fue en el caso de un rostro de un hombre que apareció en la capa inferior de un cuadro.
“El rostro estaba situado muy cerca del centro del lienzo, lo que nos llevó a la conclusión de que se podía tratar de un segmento de un lienzo de mayor tamaño. Por alguna razón que desconocemos el cuadro no había sido terminado o estaba dañado y el pintor lo tenía en su taller y, simplemente, utilizó el lienzo para repintarlo. Esto ocurre muy a menudo, incluso del otro lado del lienzo suele haber otra pintura que su autor no llega a terminar”.
En este caso, al ser analizada detalladamente la capa inferior del cuadro, se confirmó que éste realmente era un original. Los historiadores del arte llegaron a la conclusión de que podía ser un retrato del emperador Rodolfo II de Habsburgo, obra de Hans von Aachen, uno de los artistas más apreciados y populares de la corte del emperador.
Para los especialistas resulta importante seguir el trabajo de los artistas, conocer más detalles sobre las diferentes técnicas utilizadas por los pintores, para poder luego determinar con mayor facilidad si la obra estudiada es un original o una copia, apunta Štěpán Vácha.
“Las falsificaciones se hacen con ayuda de un papel sin ácido y se pintan a mano, paso a paso. La pintura no lleva ningunos arreglos, es un trabajo en limpio. Cuando el cuadro es demasiado perfecto, suele tratarse de una obra falsa”.
No obstante, en el caso de algunas obras antiguas, los especialistas no logran determinar con certeza al autor del cuadro. Los métodos de análisis de las pinturas siguen desarrollándose y de seguro permitirán descubrir con mayor facilidad las falsificaciones. Pero difícilmente se podrá impedir que los falsificadores continúen reproduciendo obras, sobre todo de las de arte moderno, de acuerdo con el Art Report 2023.
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