Los diamantes incrustados en El sol de Praga de Loreto
El sol de Praga es una pieza artística elaborada con 6222 diamantes incrustados que pertenece a la colección del tesoro de Loreto. La reliquia fue elaborada en Viena por un famoso arquitecto
El tesoro de Loreto es una colección poco habitual de objetos litúrgicos y otras piezas elaboradas entre los siglos XVI y XVIII. Una de las piezas más famosas es El sol de Praga, una reliquia con 6222 diamantes incrustados donde aparece representada la Virgen María. Se encuentra situado en un famoso monumento de Praga con el mismo nombre, Loreto, y se estima que fue diseñado en Viena entre los años 1696 y 1699.
Se sospecha que los diamantes tienen su origen en el vestido de novia de Ludmila Eva Františka, duquesa de Cracovia de Kolowrat. Esto es debido a que aparecen representados en un retrato de la duquesa vestida de boda que está colgado en un pasillo de la colección de Loreto.
Markéta Baštová, la persona encargada de la conservación, reconoce que no pueden confirmar que ese sea el origen exacto de los diamantes, pero que sí existe una relación con la duquesa, ya que fue ella quien los donó.
“Es probable que sí que procedan del vestido de novia. En aquella época, las mujeres nobles solían donar su vestido para ciertas causas. Sin embargo, no hay evidencias de que así sea. Lo que sabemos con certeza es que en su testamento incluyó los diamantes, plata y oro que dejó a la orden de los Capuchinos para que pudiesen crear la reliquia”.
En el testamento, el número de diamantes que aparecía era de 6500, aunque al final solo usasen 6222. El resto se utilizó para pagar al orfebre y al joyero.
Era habitual que una mujer de su estatus poseyese tales cantidades de plata, oro y diamantes. Además, se dice que los diamantes fueron un regalo de boda de su tercer marido.
La reliquia tiene casi 90 centímetros de alto, 70 de ancho y pesa cerca de 12 kilos. Baštová cuenta que tiene claro quién elaboró la obra.
“En el contrato de la creación de la reliquia solo aparece el nombre del joyero, Matthias Stegner, aunque en realidad el hombre detrás de esta pieza única de arte fue el famoso arquitecto vienés Johann Bernard Fischer von Erlach. Sabemos que fue él porque conservó uno de sus bocetos, donde se intuía claramente la figura de la reliquia con la Virgen y el halo de diamantes. Ella aparece representada de pie en la Tierra, y se puede ver también una media luna y un dragón que representa al diablo”.
El sol de Praga es una pieza única que muestra la figura de la Virgen María con gran dinamismo y emotividad. Es una obra barroca que, con los diamantes, crea la figura del sol detrás de la Virgen, aportando toques modernos. Baštová considera que la obra supuso un antes y un después en el arte de la época.
“Lo que podemos ver es una combinación de la creatividad audaz del arquitecto, junto a unas habilidades artísticas excepcionales de los orfebres y los joyeros. Si miras atentamente a la escultura, se puede observar cómo se une la figura de la Virgen con los rayos del sol, y la sensación de ligereza cuando parece que levita sobre su cabeza. Es un efecto muy difícil de crear técnicamente. En su día fue algo muy nuevo y único, creo que fue una especie de ruptura con el arte anterior”.
La reliquia es una pieza de arte excepcional. Cuando fue transportada a Praga desde Viena tuvo que ser protegida por un grupo de soldados. El elevado valor obligaba a que se restringiese su uso. Rara vez estuvo expuesta a la luz y la última vez que se utilizó fue en 1999 en una ceremonia por el cuarto centenario de la llegada de los capuchinos a Bohemia.
La duquesa, como una de las principales benefactoras, pidió ser enterrada en la Santa Casa, el corazón del complejo de Loreto. Desde su muerte, los restos descansan allí, en esta réplica de la casa de la Virgen María.
