El túnel Blanka se tragará el presupuesto de la capital
El túnel Blanka amenaza con acabar con el presupuesto de la capital checa. Previsto para entrar en funcionamiento a finales de este año, los constructores no ven luz al final del túnel y los gastos empiezan a ser astronómicos para los ingresos de la Alcaldía de Praga.
De acuerdo con la empresa constructora Metrostav el túnel saldrá unos 415 millones de euros más de lo establecido en un principio. El alcalde mayor de Praga, Bohuslav Svoboda, confirmó que la empresa anunció un aumento significativo del precio original.
La nueva administración de la Alcaldía capitalina culpa de lo ocurrido al antiguo alcalde Pavel Bém. Se le reprocha el hecho de no haber informado sobre los problemas que heredaría el nuevo alcalde mayor.
Bohuslav Svoboda informó que pedirá que se estudie a fondo el contrato firmado con la empresa constructora, porque a primera vista parece ir en contra de los intereses públicos.
En declaraciones a la TV checa otro antiguo acalde de Praga Jan Kasl, sostuvo que el contrato es una especie de cheque en blanco. Las arcas del estado se han convertido en una especie de caja chica de las empresas constructoras. ”Lo peor de ese contrato es que no sea público”, insistió Kasl.
La empresa constructora topó con un problema a la hora de llevar a cabo excavaciones en determinado tramo de la obra. La Inspección estatal le exigió que cambiara de tecnología ante eventuales problemas de seguridad.
Indispensable para continuar la obra la nueva tecnología fue mucho más cara que la utilizada hasta ese momento, los constructores simplemente pasaron la cuenta y siguieron adelante.
De acuerdo con el diario Lidové Noviny, la empresa constructora incluyó en sus gastos una factura por más de dos millones de euros por la ampliación de las aceras en un barrio de Praga, afectado por la construcción del túnel.
En todo el proyecto parece haber gato encerrado, insinúa el alcalde mayor, al tiempo que insiste en que no dispone de recursos para cumplir con las exigencias de la empresa constructora.
El túnel Blanka empezó a construirse en 2007 y debía terminarse en noviembre de 2011, pero el alcalde Svoboda sostiene que con suerte la obra podría estar terminada en 2014.
Todo parece indicar que la falta de transparencia en las licitaciones públicas, la firma de contratos blindados, la malversación de fondos y las sospechas de corrupción postergarán el fin de la mayor obra de la ingeniería vial de la República Checa.
