Por primera vez una mujer toma las riendas de la Alcaldía de Praga
Una mujer llevará las riendas de la Alcaldía de Praga durante los próximos cuatro años. Adriana Krnáčová del gubernamental partido ANO fue nombrada oficialmente este miércoles como alcaldesa mayor de la capital checa.
Tras una acalorada sesión 33 concejales, de un total de 65, confirmaron a Krnáčová en el cargo. Antes de la votación los concejales opositores quisieron hacer una serie de preguntas a la candidata, pero ésta se negó a comparecer ante el pleno, lo que provocó cierta tensión, pero al final la votación resultó a su favor.
La alocución inaugural de Krnáčová fue para la oposición demasiado escueta y no aportó nada nuevo.
“Deseo que en los próximos cuatro años hagamos de la Alcaldía de Praga una institución transparente y atractiva para los praguenses, libre de vínculos con el pasado oscuro. Eso es mi deseo y nuestra mayor tarea. Quiero que los habitantes recuperen la confianza en la Alcaldía”.
La dirección de la Alcaldía de Praga es uno de los cargos más disputados por los partidos políticos debido a la gran dosis de poder que representa.
A su vez se trata de un puesto con muy poco prestigio entre la opinión pública del país como consecuencia directa del sinnúmero de escándalos que opacan su imagen.
Los lazos del antiguo alcalde Pavel Bém con los llamados ‘empresarios políticos’, la historia interminable en torno a la tarjeta Open Card del transporte público y la construcción del túnel Blanka, que constantemente ve postergada su apertura, son algunos de los problemas que heredan los alcaldes y ninguno logra resolver.
Adriana Krnáčová, de 54 años de edad, fue directora ejecutiva del capítulo checo de Transparencia Internacional. En marzo de este año se desempeñó como vice ministra del Interior, por lo que optó por la nacionalidad checa.Debido al triunfo electoral del partido ANO en Praga dejó el puesto para hacerse cargo de la Alcaldía.
Algunos politólogos pronostican que el rapidísimo ascenso de Krnáčová, de la mano del partido ANO, puede desembocar en una súbita caída, partiendo de su escasa experiencia en el mundo de la llamada alta política.