El Ministerio de Hacienda checo acaba de presentar su propuesta para el futuro fiscal del sector del juego que no convence a todos y que toca temas difíciles como la adición o la discriminación de la lotería en favor de las apuestas.
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El nuevo proyecto fiscal del Gobierno para el sector del juego ha levantado ampollas entre los empresarios. Por un lado, tiene en cuenta los males sociales que provoca el juego, como su adicción, la exclusión social, el incremento de la tasa de robos y hasta los suicidios. Problemas, como también recoge el proyecto presentado, que no se atajan aumentando los impuestos sobre esta actividad. El resultado es un nuevo régimen fiscal propuesto para el juego que espera generar un extra de 5 mil millones de coronas al año en ingresos fiscales desde principios del próximo año gracias a una bajada de las tasas.
La propuesta que el Consejo de Ministros podría debatir próximamente consistiría en bajar los impuestos al juego, pasando, por ejemplo, rebajar las apuestas deportivas desde tasas del 30% al 25%, o el mismo porcentaje en las máquinas tragaperras.
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La principal asociación que representa a los operadores de máquinas de juego, Spelos, ha advertido de que la propuesta original del Ministerio por un impuesto estatal al 40% y algo más de 1.440 euros de cargo en cada máquina, llevaría a muchos operadores fuera del negocio. Una abajada de impuestos que tampoco beneficiaría a la lotería Sazka, que es la que más dinero mueve en el país, y que con la nueva normativa podría ver caer en más de mil millones de coronas sus ingresos.
Foto: Barbora Němcová, Radio Prague International
En el otro lado de la balanza, quienes saldrían beneficiadas serían las empresas de apuestas, que se muestran satisfechas, pues la tasa impositiva media del sector en Europa gira en torno al 18% y el transvase de clientes de la lotería a las apuestas les haría ganar más dinero.
