Resumen de la Prensa Checa
El futuro comisario europeo por la República Checa, Milos Kuzvart, escogió a su primer colaborador, señala el diario económico Hospodárské Noviny. Su gabinete en Bruselas será dirigido por el ex jefe de la Delegación de la Comisión Europea en Praga, Ramiro Cibrián.
El diplomático español, que domina el idioma checo, se desempeñó en la República Checa durante cuatro años. El ex presidente, Václav Havel, le otorgó la Medalla al Mérito por su ayuda en las negociaciones de adhesión a la Unión Europea. Tampoco el Primer Ministro, Vladimír Spidla, oculta sus simpatías a Cibrián llamándolo "Señor Europa" checo.
El primer representante checo en la Comisión Europea, Milos Kuzvart, fue asignado para los próximos seis meses, a partir del 1 de mayo, al comisario irlandés, David Byrne, encargado de la cartera de la Salud y la Protección de los Consumidores, informa Hospodárské Noviny.
Volkswagen, accionista único de la empresa Skoda Mladá Boleslav, propuso inaugurar un complejo tecnológico y cultural similar al de Wolfsburg dentro de dos o tres años en Praga. Podría instalarse, por ejemplo, en la Casa U Hybernu, en el centro de la metrópoli checa, frente a la Casa Municipal.
Lidové Noviny resalta en portada que el endeudamiento de los checos alcanzó un récord histórico. Cada ciudadano, incluyendo los lactantes, debía a los bancos en el año pasado, en promedio, 23 mil coronas, suma equivalente a 742 euros. Es cada vez más frecuente que la gente pida un prestámo para la compra de un piso, de un automóvil, para el equipamiento del hogar o las vacaciones.
A Hillary Clinton, esposa del ex presidente estadounidense, Bill Clinton, no le gustó el tradicional repollo agrio checo, escribe el mismo diario. Lo afirma la ex Secretaria de Estado de EE.UU., Madelein Albright, en un comentario a la receta que publicó en el libro culinario Clinton Presidential Center Cookbook.
Albright, que nació en Checoslovaquia, indicó que su plato preferido es el repollo con tocino, patatas cocidas y cebolla, y por ello esperaba con ansias el momento para poder saborearlo con la primera dama Hillary Clinton durante su primera visita a Praga, en julio de 1996. "Después de tomar dos bocados estaba claro que no era de su gusto", apuntó Albright.
