Ministro ofrece alojamiento alternativo a los okupas

Villa Milada, foto: ČTK

Los okupas desalojados de la villa Milada el martes por la policía negociaron este miércoles con el ministro para los Derechos Humanos, Michael Kocáb, quien les ofreció un alojamiento alternativo. Ambas partes aún no han llegado a un acuerdo.

Villa Milada,  foto: ČTK
La villa Milada es un símbolo del movimiento okupa en el país. En los años 80, el Estado adquirió el inmueble para crear allí un campus universitario. Posteriormente el edificio fue incluido en la lista de demolición y fue suprimido del catastro. Sin embargo, no fue derrumbado y hace 12 años los okupas se establecieron en ese lugar.

A principios de junio el edificio fue reintroducido en el catastro y el Instituto para Información y Educación, su legítimo dueño, pretende hacer ahora uso de su derecho de venderlo.

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Los okupas, que fueron desalojados de allí el martes, se quejaron de la brutalidad de la intervención policial, en la que tres policías y dos inquilinos ilegales resultaron heridos.

En una manifestación ante el Instituto, los okupas pidieron que no les echaran del edificio. Sin embargo, Bohumila Beranová, portavoz del Instituto fue tajante al denunciar la ilegalidad de la ocupación.

“No hemos llegado a ningún acuerdo. No podemos prometerles nada, ni pensamos ofrecerles un alojamiento alternativo. Los okupas se establecieron en la casa ilegalmente, ya que se alojaron en una propiedad ajena”, resaltó.

En el pleito intervino el ministro para los Derechos Humanos, Michael Kocáb ofreciendo a los okupas un alojamiento alternativo. Los inquilinos ilegales podrían permanecer hasta finales de año en una casa privada sin tener que pagar el alquiler, cubriendo sólo las cuentas por la luz y el agua.

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El ministro esbozó las posibilidades de cómo solucionar el asunto a largo plazo.

“Podemos preguntar a los Ministerios de Defensa y de Agricultura a ver si no tienen algún inmueble en desuso que podrían alquilar a los okupas por un precio simbólico de una corona, digamos, para que el asunto tenga un marco legal“, explicó.

Dicha oferta es de doble filo para los okupas. Por un lado, solucionaría su problema con la vivienda, pero al aceptarla defraudarían su doctrina de no respetar las autoridades estatales.

El movimiento okupa es punible en la República Checa, ya que se puede considerar como invasión al derecho de propiedad, según el Código Penal.

Autor: Roman Casado
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