Los primeros americanos en Praga

La historiografía checa sostiene que el primer hispanohablante procedente de Latinoamérica que visitó dos veces la capital del Reino de Bohemia fue el poeta Alonso Ercilla y Zúñiga, a mediados del siglo XVI.

Ercilla y Zúñiga nació en España, pero pasó una parte de su vida en Chile, país al que dedicó su famoso poema "La Araucana", obra considerada la creación más lograda del Siglo de Oro.

En la primera mitad del siglo XVII no tenemos ningún antecedente sobre latinoamericanos en Praga. A fin de cuentas, Europa Central vivía en aquel entonces el trágico período de la Guerra de los Treinta Años que estalló en Praga y cuya gran parte transcurría precisamente en el Reino de Bohemia.

Sus habitantes no tenían muchas informaciones relevantes y detalladas sobre el Nuevo Mundo. Por ejemplo, los estamentos checos que se levantaron en mayo de 1618 contra la dinastía legal de los Habsburgos creyeron que "las nuevas ciudades de ultramar" podrían contribuir con subsidios a esta lucha contra la Casa de Austria.

Al parecer, no se dieron cuenta de que esas "nuevas ciudades" existían sólo en aquella parte del Continente Americano que dominaban los Habsburgos de España, adversarios de los estamentos rebeldes y partidarios de sus parientes en Viena.

Sin embargo, una ciudad latinoamericana realmente organizó en 1621 una colecta de subsidios destinados a la guerra en Bohemia. Fue el cabildo de La Habana, pero los subsidios fueron destinados a la guerra contra "los herejes checos", es decir, los estamentos que en su mayoría se identificaron con el protestantismo checo-alemán.

Tan sólo después de finalizar la Guerra de los Treinta Años en 1648 se dieron las condiciones para el intercambio de visitantes checos y latinoamericanos.

En 1698 encontramos en Praga un comerciante llamado Michal Schabel quien realizó una gira por Colombia y Venezuela con el fin de entablar contactos para el comercio directo de cristales de Bohemia, evitando la mediación de otras empresas europeas.

Durante su estancia en Praga, Michal Schabel fue acompañado por un niño indígena, Filipito. Este niño fue el primer americano natural que entró en el suelo de la capital del Reino de Bohemia. De las fuentes histórica se desprende que Schabel regresó después de 1700 a Latinoamérica y con él también el pequeño Filipito.

Casi un siglo después, en octubre de 1785, arribó a Praga un representante de la intelectualidad criolla, el precursor de las Guerras por la Independencia en Latinoamerica y patriota venezolano, Francisco de Miranda. Le acompañó su amigo, el coronel Wiliam Smith.

Ambos visitantes llegaron a Praga vía Berlín. Se sabe que visitaron el Castillo de Praga y la biblioteca pública del Klementinum, ex colegio de la Compañía de Jesús.

Miranda y Smith hicieron un recorrido por el gabinete de ciencias naturales en el Carolinum y de la biblioteca del monasterio de Strahov. Admiraron el Hospital Público en la Plaza de Carlos que en aquel entonces gozaba de mucha fama en Europa.

Tenemos antecedentes que durante su estancia en Praga fueron informados sobre el legado histórico del reformador religioso del siglo XV, Jan Hus, y de la Capilla de Belén, donde Hus impartía sus sermones.

Disponemos asimismo de un testimonio indiscreto: En una carta que dirigió el coronal Smith a su novia en Londres se constata que Francisco de Miranda visitó también a uno de los prostíbulos praguenses, pero, lógicamente, sólo y sin la compañía del púdico coronel.

En este contexto hay que destacar que todos los tesimonios sobre la estancia de ambos huéspedes en Praga se recogen de las cartas del coronel Smith, porque en los diarios de Miranda faltan informaciones sobre su visita a la capital de Bohemia.

Miranda y Smith observaron además el campo de batalla de Kolín, Bohemia Central, donde Austria derrotó en 1757 a los invasores prusianos. Posteriormente partieron para Viena donde se separaron.

El coronel Smith se casó con una hija del presidente de EE.UU. y sus huellas desaparecieron en Nicaragua, mientras que Miranda prosiguió su carrera política en Rusia, regresando posteriormente a su patria venezolana, donde pasó la etapa final de su vida arestado por los españoles.

Resumiendo podemos constatar que un chico indio llamado Filipito y el político venezolano Francisco de Miranda fueron los primeros verdaderos latinoamericanos que pisaron en el siglo XVIII el suelo de la capital checa.

Autor: Vít Urban
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