Los premios Olga Havlová reconocen el espíritu luchador de un médico discapacitado

El doctor Jiří Kříž recibió el premio Olga Havlová en su XVI edición. A pesar de haber perdido la movilidad de sus piernas y en parte en sus brazos, ha logrado volver a su actividad y llegar a jefe médico de la unidad de médula espinal en el hospital Motol, en Praga.

Jiří Kříž, foto: ČTK

Jiří Kříž era un ortopeda a quien le encantaba operar. Pero un accidente de esquí truncó para siempre su carrera hace ocho años. Los daños en su columna le dejaron postrado en una silla de ruedas e incluso el movimiento de sus brazos se vio afectado. Tras el accidente pasó nueve meses en una unidad de lesiones de médula espinal. Cuando esta misma sección se abrió en el hospital Motol de Praga en 2004, enseguida presentó su solicitud de empleo para ayudar a gente en su misma situación. Jiří Kříž recuerda aquel primer periodo en el que volvió a la actividad profesional.

“En un principio comenzamos con una jornada laboral reducida, que poco a poco fuimos aumentando al ver que podía con el trabajo. Y así hasta que conseguí la plaza de jefe médico”.

Kříž ahora es además presidente de la Sociedad Checa de Lesiones Medulares y de la fundación Movimiento sin Ayuda.

Jiří Kříž y Milena Černá, foto: ČTK

Milena Černá, de la fundación Olga Havlová, considera que el premio otorgado a Jiří Kříž no es solo para él.

“Médicos que tienen que luchar contra su propia enfermedad o superar un accidente y siguen desempeñando su trabajo hay muchos. Con este premio les queremos decir a todos que son maravillosos”.

Kříž, por su parte, recibe el galardón con ilusión, pero sobre todo con la motivación que nunca le ha faltado.

“Esto para mí no es tanto un premio por lo que he hecho sino un estímulo para seguir adelante con mi labor”.

Olga Havlová, primera mujer del ex presidente Václav Havel, creó estos galardones en 1995 poco antes de su muerte, para valorar a aquellos que, a pesar de tener alguna discapacidad, ayudan a otras personas gracias a un afán de superación extraño por lo general en quien no padece problema alguno.