Los egiptólogos checos son de los mejores

Los egiptólogos checos figuran entre los mejores del mundo.

En la cúspide de los versados en egiptología figuran desde hace años los checos y desde mucho antes los checoslovacos. Sólo habían transcurrido dos años desde la fundación del Instituto de Egiptología Checoslovaco adjunto a la Universidad Carolina de Praga en la Checoslovaquia de 1958, cuando partió hacia Egipto la primera expedición de arqueólogos. Y desde entonces han sido muchos y muy valiosos los hallazgos de la egiptología de este país, especialmente de las épocas correspondientes a la quinta y sexta dinastías faraónicas, de los años comprendidos entre 2500 y 2200 antes de Cristo.

A la interminable serie de hallazgos de los egiptólogos checos, de los que muchos se encuentran expuestos en el Museo de El Cairo, se ha venido a sumar en los últimos días un descubrimiento de gran envergadura: la tumba de Intnei, juez y alto funcionario de la corte de Teti, uno de los primeros faraones de la sexta dinastía. La tumba, datada entre los años 2323 y 2291 antes de Cristo, fue descubierta en las inmediaciones de las pirámides de Abusir, a unos 20 kilómetros al suroeste de El Cairo.

Según declaraciones de Bretislav Vachala, del Instituto de Egiptología Checo de la Universidad Carolina de Praga, es evidente que la tumba fue ya saquedada poco después de su construcción, pero que a pesar de ello en la misma fueron encontrados muchos objetos de gran valor. De los hallazgos, según Vachala los más valiosos son una escultura de piedra caliza de casi medio metro de altura, en perfecto estado de conservación, y tres relives. Mayor es el valor de los hallazgos por cuanto proceden de una época muy poco investigada de la sexta dinastía faraónica.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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