Los checos recuerdan a Havel, el presidente de las perneras cortas
La República Checa se cubrió de luto el 18 de diciembre de 2011 tras enterarse de la muerte del ex presidente y uno de los símbolos de la transición a la democracia, Václav Havel. Tres años después, varios actos conmemorativos se efectúan este jueves en honor al ex mandatario, que presidió el país entre los años 1990 y 2003.
Al mes siguiente, el 29 de diciembre, el dramaturgo fue elegido presidente de la República y tres días más tarde dio su primer discurso presidencial en el que comentó la lúgubre situación de la entonces Checoslovaquia.
“Queridos conciudadanos, supongo que no me han propuesto para el cargo presidencial para que les mienta como mis antecesores: nuestro país no florece”.
Estas palabras se hicieron famosas, al igual que los pantalones con las perneras demasiado cortas que Havel vistió en el desfile militar con motivo de la inauguración presidencial.
Varios checos andarán con las perneras subidas este jueves para conmemorar al ex presidente y dramaturgo, que destacaba por su gentileza y sentido del humor, que daban un matiz especial a sus piezas del teatro del absurdo.
Esos divertidos detalles completan con acierto la faceta de un gran político que participó en gran medida en la incorporación de los países del ex bloque soviético en las estructuras occidentales, según destacó el ex ministro checo de RR.EE. y de Defensa, Alexandr Vondra.“Principalmente tuvo el mérito de que la República Checa entrase en la OTAN y la Unión Europea, pero Havel facilitó la incorporación a esos organismos también a otros países, desde Polonia hasta los países bálticos”, dijo Vondra.
Mientras que Havel gozó de gran respeto en el exterior, en casa fue criticado y hasta ridiculizado muchas veces por sus posturas demasiado idealistas, que anteponían los valores morales a los resultados económicos siempre buscando el cumplimiento de su lema ‘La verdad y el amor derrotarán a la mentira y el odio’.
Notoriamente conocidas eran por ejemplo las discrepancias entre él y su sucesor, Václav Klaus. El economista euroescéptico recientemente tildó a Havel de un mero comunista reformador y principito de una familia rica.
Por otro lado, son muchos los admiradores de Havel, que destacan que se trató de uno de los personajes checos más grandes de toda la historia.
“Las palabras despectivas pronunciadas por parte de algunos ex poderosos se deben a la envidia y el rencor. Porque si dentro de cincuenta años la gente va a saber algo sobre nuestra era, esos conocimientos tendrán el sello de Václav Havel”, subrayó el obispo de Praga, Václav Malý.Tras la muerte de Havel, las calles de las ciudades checas se llenaron de velas. Decenas de miles de personas se despidieron de él en la marcha fúnebre por Praga y 16 líderes mundiales asistieron al entierro.
Este jueves, varios teatros checos rinden homenaje a Havel incluyendo en su repertorio una pieza del dramaturgo, en algunos lugares se realizará la lectura de su obra, mientras que el cardenal Dominik Duka celebrará una misa de réquiem por el ex presidente en la iglesia de Santa Ana de Praga.