La falta de limpieza en los hospitales amenaza a los pacientes
La falta de limpieza en los hospitales; Škoda Auto inició la fabricación de un nuevo coche el Rapid; los checos no quieren reducir su consumo de electricidad para ahorrar. Estos son algunos de los temas a los que dedica atención la prensa nacional este viernes.
En especial la limpieza de los cuartos de baño es insuficiente en la mayoría de los hospitales. En algunos el aseo se hace una vez a la semana, falta jabón para lavarse las manos, así como toallas de papel.
La situación pone en peligro tanto la salud de los pacientes, como la de los médicos y las enfermeras, ya que en los baños sucios pueden aparecer bacterias peligrosas y resistentes como las del género clostridium.
Al conocer los resultados del estudio, los jefes de los hospitales prometieron demandar un mejor trabajo de las empresas de limpieza. La peor situación fue registrada en el hospital Masaryk de Ústí nad Labem, en el de Říčany, el de Žatec y en el Hospital de Vinohrady, en Praga, sostiene Mladá Fronta Dnes.
El nuevo Rapid mide 4,48 metros de longitud y tiene 1,7 metros de ancho. Su maletero tiene una capacidad de 550 litros, aunque puede llegar hasta 1490 litros, cuando se bajan los asientos de atrás. El motor del coche es de gasolina o gasoil, indica Lidové Noviny.
Mientras que en otros países de la Unión Europea los ciudadanos redujeron en un 9% el consumo de electricidad en sus hogares, los checos sólo en un 1,5%.
La mayoría de los habitantes de Chequia siguen utilizando los electrodomésticos siempre que los necesitan y rechazan utilizarlos sólo durante cierto período del día, en el que las empresas energéticas ofrecen una tarifa rebajada de precios, sostiene Hospodářské Noviny.
Se prevé que la matrícula sea de entre 200 y 240 euros al año, dependiendo del tipo de escuela superior, pero hasta el presente no se ha dicho si deberán pagarla también los jóvenes que ya realizan estudios universitarios.
El ministro de la cartera, Petr Fiala, aseguró que la ley estipulará un límite permitido de la matrícula, para que las escuelas superiores no puedan incrementarla cada año por su cuenta. Aún así, los estudiantes siguen rechazando el cambio y afirman que lo primero es aprobar eventuales compensaciones sociales para los estudiantes, señala Právo.
