Joyera checa comparte sus experiencias de Venezuela

Viajar y conocer tierras lejanas, adquirir experiencias y nuevos conocimientos. Este es el deseo de la mayoría de los jóvenes. En el caso de la checa Jitka Kudlácková, joyera de profesión, este sueno se hizo realidad. Aprovechó la oportunidad y vivió cierto tiempo en Venezuela, trabajando en Caracas en un taller de joyería. Aunque esto fuera hace ya un par de años, Jitka Kudlácková, que dicho sea de paso, además de joven, es una mujer muy atractiva, sigue recordando con nostalgia su estancia en Venezuela y confiesa que la misma la enriqueció, desde el punto de vista profesional y humano.

Hablando con Jitka Kudlácková en A Toda Marcha, nos contó que su profesión de joyera la escogió gracias a su mamá, porque sus planes originales eran distintos:

"Cuando a mis 15 años de edad mis padres me dijeron que pensara sobre lo que quería hacer en el futuro, lo tenía todo claro: quería ser maestra de párvulo. Pero mi mamá me recomendó que pensara mejor en otra cosa, en algo, donde pudiera aprovechar mi creatividad manual. ¿No te gustaría, por ejemplo, ser joyera?, me preguntó. Yo lo pensé un poco y llegué a la conclusión de que su recomendación era interesante. Hoy, pasados los años, debo decir que fue excelente y estoy muy contenta de serlo."

Jitka Kudlácková compartió con nosotros también el cómo ocurrió que llegó a Venezuela y la suerte que le deparó la vida de poder trabajar en ese país:

" Yo siempre he deseado viajar y en especial me atraían las tierras muy lejanas y con mar, porque el mar me encanta y en la República Checa no lo tenemos. Cuando a comienzos de los años 90 se presentaron en nuestro país mayores posibilidades para salir al extranjero, e incluso de trabajar en algún otro país, comencé a buscar los contactos necesarios. Un día un amigo me trajo un aviso de un periódico, en el que se señalaba que buscaban una joyera para trabajar en Venezuela, en Caracas. No vacilé ni un minuto y pasado un par de días ya estaba a bordo de un avión, rumbo a ese país. En Venezuela estuve trabajando todo un año."

Al hablar sobre Venezuela, Jitka Kudlácková confiesa que anora ese país y sus habitantes, y reconoce que la estancia y el trabajo en Venezuela la enriquecieron muchísimo, desde el punto de vista humano y profesional:

"Creo que cada experiencia adquirida en el extranjero es muy positiva, porque uno llega a conocer otra mentalidad, otras costumbres, incluso otros hábitos alimenticios. También tiene la oportunidad de conocer la historia del país determinado y sus riquezas arquitectónicas. Nosotros, los checos, vivimos una vida demasiado apresurada, somos muy nerviosos. En cambio los venezolanos, a mi parecer, son más tranquilos y saben gozar la vida. Eso me gustó muchísimo. Desde el punto de vista profesional debo decir que la estancia en Venezuela me dio mucho, fue muy instructiva para mí. Aprendí nuevas técnicas de joyería que en la República Checa no se suelen utilizar, aprendí a trabajar con piedras preciosas de mayor tamano. Debo decir que todo lo que aprendí en Venezuela ahora trato de aprovecharlo en mi trabajo en la República Checa. En las tiendas de joyería que poseo en Praga, mis clientes pueden encontrar joyas inspiradas precisamente por mi estancia en Venezuela."

Jitka Kudlácková se emociona al hablar de su profesión. Confiesa adorar el trabajo con oro, plata y piedras preciosas o semipreciosas. Dice que especialmente le place cuando algún cliente le solicita hacer alguna joya según su propia imaginación. Lo cierto es que las joyas de Jitka Kudlácková testimonian el profesionalismo, así como una gran dedicación, esmero y buen gusto.

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