Ing. Karel Tomás, pionero de la industria aeronáutica checa

La trayectoria de uno de los más notables constructores aeronáuticos checos, el ingeniero Karel Tomás, que ilustra una importante etapa de esta rama industrial.

La carrera del ingeniero Tomás abarca los años del extraordinario florecimiento de la industria aeronáutica checa. Escuchando nuestro relato seguramente no les pasará desapercibido cuántas fábricas aeronáuticas había en las tierras checas desde las primeras décadas del siglo XX.

El ingeniero Karel Tomás que había nacido en 1898 en la ciudad de Pilsen, empezó a trabajar en el desarrollo de aviones inmediatamente después de terminar la Primera Guerra Mundial. Desde 1919 formaba parte de la plantilla del llamado Arsenal Aeronáutico, ubicado en Praga, que se convertiría en 1923 en Fábrica Militar de Aviones, bautizada con el nombre de Letov. El nombre de la nueva fábrica estaba derivado del verbo checo "létat" " volar en español.

El ingeniero Karel Tomás no tardó en convertirse en uno de los mejores proyectistas de la fábrica Letov y participó en el desarrollo de aviones militares de la serie Smolík que llevaban el nombre del proyectista- jefe de la fábrica Letov, el ingeniero Alois Smolík.

En 1934 el consorcio checo Ringhoffer- Tatra tomó la decisión de ampliar sus actividades y fabricar aviones y motores de aviación. En la fábrica de vagones Tatra, en la ciudad morava de Studénka, fue abierta la sección aeronáutica y el ingeniero Karel Tomás fue nombrado jefe del departamento de proyección y desarrollo.

El primer aparato proyectado bajo la dirección del ingeniero Tomás fue un avión deportivo. Su versión modificada T 101 estableció en 1938 un nuevo récord internacional de altura alcanzando los 7 470 metros. B:En el mismo año el avión deportivo diseñado por el ingeniero Tomás realizó en 30 horas un vuelo de larga distancia entre Praga y Cartúm, en Sudán, de 4320 kilómetros.

La ocupación alemana de Checoslovaquia supuso en 1939 el fin de la sección aeronáutica de Tatra y el ingeniero Karel Tomás empezó a desempeñarse como jefe de proyección de la fábrica aeronáutica de Otrokovice, en Moravia.

Después de la Segunda Guerra Mundial salió de la fábrica de Otrokovice el avión Trenér, el aparato más idóneo de su tiempo para la acrobacia aérea. El ingeneiro Karel Tomás fue el artífice del primer Trenér que sería posteriormente fabricado en nuevas y nuevas modificaciones.

En 1966 la Federación Internacional de Aviación otorgó a la fábrica aeronáutica Moravan, de Otrokovice, el Diploma de honor en reconocimiento de su aporte al desarrollo de la aviación deportiva. Fue también un reconocimiento al ingeniero Karel Tomás como primer proyectista del avión acrobático Trenér.

En la década de los 60 el ingeniero Tomás ya trabajaba en la fábrica aeronáutica Avia, de Praga, y posteriormente en el Instituto de Aviación donde culminó su carrera, participando en el desarrollo del primer avión a reacción checoslovaco, destinado al entrenamiento de pilotos militares, el aparato L29 - Delfín.

El ingeniero Karel Tomás que consagró toda su vida al desarrollo de la aeronáutica checa, falleció en 1967. El día de los funerales, este artífice de la aeronáutica checa recibió un homenaje especial, reservado habitualmente tan sólo a los estadistas al sobrevolar sobre la sala fúnebre el reactor militar Delfín.