Hradec Králové, ciudad de dote de las reinas de Bohemia

La Torre Blanca

Abandonamos la capital checa, Praga, y tomamos rumbo hacia el Este. Pronto dejamos atrás la ondulada zona de Bohemia Central y entramos en una región casi completamente llana. A una hora de viaje en automóvil llegamos a la ciudad de Hradec Králové, centro administrativo de Bohemia Oriental.

Confluencia de los ríos Elba y Orlice
"Efectivamente, la ciudad de Hradec Králové se encuentra en una llanura, a unos 235 metros sobre el nivel del mar. Tiene aproximadamente cien mil habitantes, siendo uno de los mayores centros urbanos de Bohemia".

Estos datos nos los proporcionó Lenka Láníková, estudiante del Movimiento Turístico en la Universidad de Hradec Králové, quien se ofreció servirnos de guía durante nuestro recorrido.

Al igual que en el caso de otras ciudades de la República Checa, para conocer Hradec Králové, es recomendable recorrerla a pie. Por ello estacionamos el automóvil en las proximidades del centro y continuamos caminando. Cedemos nuevamente la palabra a Lenka Láníková.

Museo
"La ciudad se encuentra a unos 100 kilómetros de Praga y, según varios indicios históricos, el lugar había sido poblado con mayor probabilidad ya en el tercer milenio antes de nuestra era. Esto se debió a su excelente ubicación geográfica en la confluencia de los ríos Elba y Orlice, que son una barrera natural de protección de los habitantes locales ante un eventual enemigo".

En el siglo X de nuestra era, según Lenka Láníková, el asentamiento de Hradec que para ese entonces había crecido bastante, llegó a pertenecer a la familia de los Slavník que, junto con los Premislitas - posteriormente dinastía real checa - fue la familia más poderosa de la nobleza de entonces en las Tierras Checas. Los Slavník, gobernaban territorios en Bohemia del Este y del Sur y uno de sus descendientes, Adalberto Slavník, fue el segundo obispo de Praga.

Centro de la ciudad
No obstante, con el paso del tiempo las dos familias se pelearon y en el año 995 los ejércitos de los Premislitas atacaron la sede principal de la familia Slavník en Libice, y asesinaron a la mayoría de los príncipes de esa dinastía. A partir de entonces, Hradec pasó a ser propiedad de los Premislitas, transformándose poco a poco en uno de los más importantes centros urbanos de Bohemia.

Atravesando el puente sobre el río Elba, que nos separa del casco histórico de la ciudad, Lenka Láníková, estudiante de Turismo y oriunda de Hradec Králové, continúa acercándonos la historia del lugar.

Hradec Králové
"En el año 1306, Rodolfo I Habsburgo, quien asumió el poder en el Reino de Bohemia tras la muerte del último descendiente de la dinastía Premislita, regaló la ciudad de Hradec a su esposa Eliska Rejcka. Desde entonces las reinas de Bohemia recibían la ciudad de Hradec en dote. Al nombre Hradec se le añadió entonces el atributo Králové, debido a que "reina" se dice en checo "královna".

En el siglo XIV, Hradec Králové, fue la segunda ciudad en importancia en el Reino de Bohemia, después de Praga.

Hradec Králové
Un duro golpe le asestó a la ciudad en el siglo XVIII el emperador José II Habsburgo, según cuenta nuestra guía, Lenka Láníková.

"La atractiva y estratégica ubicación de Hradec Králové fueron la causa principal por la que, en la segunda mitad del siglo XVIII, fue interrumpido bruscamente su hasta ese entonces exitoso desarrollo. En el año 1765 el emperador, José II Habsburgo decidió transformar la ciudad en una gran fortaleza, con el fin de garantizar la protección del país desde el sur y el este. No obstante, esta radical intervención cambió casi por completo el aspecto de la ciudad, desapareciendo para siempre muchas edificaciones históricas".

Hradec Králové
Además, la ciudad fortaleza no llegó a cumplir las esperanzas depositadas en ella por el emperador, por lo que en 1884 le fue anulado ese estatuto, según indicó nuestra guía por Hradec Králové, Lenka Láníková.

"El que Hradec Králové dejara de ser fortaleza en las postrimerías del siglo XVIII, impulsó el desarrollo de la ciudad, siendo ésta aprovechada al máximo. Desde el comienzo, los trabajos de recomposición del centro urbano les fueron encargados a los mejores arquitectos nacionales de la época, como por ejemplo, Jan Kotera y Josef Gocár. La ciudad fue extendiéndose y a la vez, recobrando su belleza anterior. Aparecieron numerosos nuevos edificios, calles, puentes, plazas, así como parques. Hradec Králové se transformó en una hermosa metrópoli moderna, conservando ese aspecto hasta la actualidad".

La Torre Blanca
Distraídos por estar conversando de historia, no nos dimos ni cuenta que ya llegamos al centro de la ciudad, a la Plaza Grande de Hradec Králové. La plaza está rodeada de hermosos edificios históricos. La obra más antigua es la capilla de San Clemente cuya edificación está estrechamente vinculada con el propio surgimiento de la ciudad. No obstante, su aspecto actual es resultado de un retoque de estilo barroco, realizado en el siglo XVIII. En el techo de la obra hay una pequeña torre, decorada por una tiara papal y dos llaves, todo dorado. Especialmente en días soleados, esta decoración llama desde lejos la atención de los visitantes por su fuerte resplandor.

A la capilla de San Clemente se entra por la Torre Blanca, construida en el siglo XVI sobre una explanada de diez por diez metros. Con sus más de 70 metros de altura la Torre Blanca es la torre más alta de Bohemia Oriental. Del lado opuesto da con la capilla de San Clemente el edificio del ayuntamiento, del siglo XV, reconstruido posteriormente de estilo barroco.

En las inmediaciones de la Torre Blanca, Lenka Láníková nos enseñó la catedral del Espíritu Santo, una obra realmente hermosa.

"La catedral del Espíritu Santo es la iglesia de mayor relevancia de la ciudad. Fue construida entre 1307 y 1312, cuando Hradec Králové estaba en posesión de la reina Eliska Rejcka. Esta majestuosa obra gótica varias veces en el pasado fue objeto de fuertes incendios. Los últimos trabajos de retoque, de estilo pseudo gótico, fueron efectuados en ella a finales del siglo pasado".

En la Plaza Grande hay también otros edificios eclesiásticos. Por ejemplo, la residencia del obispado de Hradec Králové, una de las más bellas edificaciones barrocas de la ciudad. A su lado se extiende un antiguo colegio jesuita y más allá todavía, se levanta la iglesia de la Asunción de la Virgen María, del siglo XVII.

Visitar en un día todas las obras históricas de Hradec Králové es casi imposible ya que son más de doscientas. Nuestra guía Lenka Láníková, insistió no obstante, en que debemos conocer al menos dos lugares más.

El parque Jirásek de Hradec Králové
Y así llegamos a la pequeña iglesia de San Nicolás, situada en el parque Jirásek, a unos minutos de camino del centro. Es una típica obra popular de principios del siglo XVI, construida toda de madera.

Originalmente había sido levantada en la ciudad de Medzilaborce, en el este de Eslovaquia, pero en 1935 fue adquirida por la municipalidad de Hradec Králové que la trasladó al centro de su ciudad.

En las proximidades del parque Jirásek, nuestra guía nos enseñó otra curiosa obra: una central hidroeléctrica de principios del siglo XX, en el río Elba. Los parámetros técnicos de la central adelantaron la época de su surgimiento, lo que permite que sea explotada hasta hoy. La obra forma parte del patrimonio nacional técnico.

Universidad pedagógica de Hradec Králové
Paseándonos por Hradec Králové, dos cosas más llamaron nuestra atención. En primer lugar, el gran número de jóvenes en la ciudad. Nuestra guía, Lenka Láníková nos explicó que se trata especialmente de estudiantes, ya que, además de la Universidad de Hradec Králové, en la ciudad hay varios otros centros docentes. Nuestra acompañante sostuvo que, en vista de que la ciudad es relativamente pequeña, da la impresión de que está siempre llena de jóvenes.

Estadio del hielo
También nos impactó la gran cantidad de personas en bicicletas en las calles de Hradec Králové. Eso en Praga casi no se ve. Lenka Láníková, estudiante de Turismo, afirma que este modo de transporte es muy favorable para el medio ambiente, sin hablar de los efectos positivos que el andar en bicicleta tiene para la salud humana.

Además, imagino que viajar en bicicleta a un cierto lugar puede resultar mucho más rápido que ir en auto o en el transporte urbano. Aunque, en nuestro caso, tras despedirnos de Lenka Láníková, nuestra guía durante el recorrido por Hradec Králové, y partir de regreso a Praga, preferimos recorrer esos aproximadamente 100 kilómetros de distancia en automóvil. Pues debemos reconocer que también a nosotros nos falta un entrenamiento regular en bicicleta.

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