Festejos del Día de la Lucha por la Libertad y la Democracia

17 de noviembre de 1989

Velas, ofrendas florales y actos conmemorativos acompanaron el sábado pasado la celebración del Día de la Lucha por la Libertad y la Democracia, proclamado en la República Checa en memoria de dos acontecimientos: la ejecución de estudiantes checos por los nazis en 1939, y la manifestación estudiantil en 1989 que provocó la caída del régimen totalitario.

17 de noviembre de 1989
Ante la placa conmemorativa en la Avenida Nacional, donde el 17 de noviembre de 1989 se produjeron los enfrentamientos entre estudiantes y la policía comunista, varios políticos checos, incluyendo el presidente, Václav Havel, colocaron ofrendas florales.

Con motivo de estas fechas, Havel se reunió el viernes pasado con tres generaciones de antiguos estudiantes para recordar las actividades estudiantiles que tuvieron lugar en este país en los años 1939, 1969 y 1989.

Václav Havel, destacó el carácter diverso de los levantamientos estudiantiles en dependencia de cada fase histórica. Sin embargo, lo que les une fuertemente son los ideales de la libertad y la democracia, así como la resistencia contra todo tipo de violencia, opresión e injusticia. Pero lo que inquieta a Václav Havel es la marcada tendencia en la sociedad checa a apartarse del pasado y olvidar a aquellos que trataron de contribuir con todas sus fuerzas a la libertad, la democracia y el bienestar en este país.

Václav Havel con los testigos
"Según mi juicio, la identidad forma parte inseparable de la continuidad. Y aquí no se trata tanto de deudas saldadas con aquellos que en diversos momentos históricos merecieron el bien de la Patria y de la libertad. Se trata más bien de una deuda con nosotros mismos. Y es en interés de nuestro propio futuro saber quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes seremos. La indisposición de la sociedad checa de reflexionar sobre su propio pasado representa, a mi juicio, una especie de autodefensa ante la necesidad de pensar, reflexionar sobre ciertas etapas históricas, y reconocer nuestras fallas," dijo Havel.

El presidente consideraría muy oportuno someter este fenómeno a un profundo análisis histórico y filosófico. A Václav Havel le parece que la generación contemporánea, y también la futura, debería estar interesada en saber de dónde provienen los valores de los que disfrutamos actualmente. Y también que por estos valores hay que pagar.