El primer cafetero de Praga

Los habitantes de Praga, capital de los Países de la Corona Checa, a saber, Bohemia, Moravia y Silesia, tuvieron la primera oportunidad de saborear una taza de café en 1705.

El hábito de beber café, que hoy en día es un componente normal de la civilización humana, fue incorporándose paulatinamente a la vida cotidiana de los praguenses.

El primer café europeo vió la luz en 1554, en Estambul. Londres conoció esta bebida en 1650, y Viena en 1668, pero esta tercera cafetería no tuvo éxito y su dueño hizo bancarrota.

En lo que se refiere a Praga, los méritos en la fama de esta bebida negra y amarga le pertenecen al ingenioso empresario armenio, Georgos Hatalah El Damashki, apodado Dotat Damascenus o Jorge Deodatus, - nacido alrededor de 1668 en Damasco y fallecido en 1730 en Leipzig.

Atravesando El Cairo y Trípolis, Jorge Deodatus llegó a Roma en 1699. En esa capital cambió su nombre árabe, utilizando la transcripción latina del mismo. Además, renunció al islám y se convirtió al catolicismo.

Sin embargo, sus negocios en Roma no progresaban bien y decidió trasladarse a Viena, donde hizo una bancarrota comercial. Pobre y sin recursos financieros arribó a Praga en 1705.

En la Ciudad Vieja de la capital del Reino de Bohemia, El Damashki alias Jorge Deodatus adquirió la autorización para la venta ambulante de café. Se puso enérgicamente a desplegar una iniciativa comercial en una esfera que era totalmente desconocida.

En realidad, los praguenses tenían algunos antecedentes sobre la existencia de la bebida exótica. Las primeras informaciones habían llegado a Bohemia procedentes de la capital de la monarquía centroeuropea, Viena.

Además, las cerezas verdes se vendían en las farmacias locales, pero debido a su alto precio y a la baja calidad de su sabor, los praguenses no mostraban mucho entusiasmo por la "bebida diabólica", según solían denominar el café.

Originalmente, los praguenses consideraban el café como un medicamento con escaso poder curativo para los dolores de estómago. Durante los días festivos y romerías se servía a veces una taza de café como una rareza exótica.

Con la llegada del armenio Jorge Deodatus a Praga se interrumpió la apatía popular de la vida capitalina.

El futuro dueño del primer café de Praga deambulaba por las calles de la Ciudad Vieja, vestido con una mezcla de trajes multicolores árabes y turcos. Sobre la cabeza llevaba una tablilla en la que balanceaba una tetera con café fresco.

En una mano llevaba un cazo y carbón, y en la segunda, una caja de madera con vasos, azúcar y fruta seca.

"El Árabe", según le tildaron los praguenses, respetaba las tradiciones orientales, ofreciendo la bebida caliente directamente en las calles. Su negocio prosperaba.

En 1707, " el árabe" adquirió en la Ciudad Vieja los derechos de residencia, contrajo matrimonio con una cristiana checa y en enero de 1708 consiguió un permiso del emperador austríaco y rey de Bohemia, José I de Habsburgo, para fundar el primer café de Praga en la casa "La Serpiente Dorada", situada en la calle entonces denominada de los Jesuítas, y que hoy lleva el nombre de Carlos.

Pero el café llegó a tener tanto éxito que Jorge Deodatus decidió trasladarlo a las calles más concurridas de la Ciudad Vieja y de la Pequeña, que junto con otros dos barrios históricos forman el casco antiguo de Praga.

El primer cafetero de Praga enriqueció y en 1714 compró una casa en las proximidades de la "Serpiente Dorada".

En 1716 Jorge Deodatus festejó con mucho entusiasmo el nacimiento del hijo del emperador Carlos V como si fuera su propio hijo. Para demostrar su lealtad a la Casa de Austria, empezó a publicar en latín y alemán panfletos antijudíos que contenían acusaciones de fraude contra algunos representantes de la comunidad judía.

Los acusados se defendían con éxito ante el tribunal, demostrando que se trataba de calumnias infundadas. Por haber perdido tantos pleitos, el cafetero Deodatus se endeudó y en 1723 tuvo que huir a Leipzig.

En 1726, tras regresar a Praga, fue indultado por el emperador y la alcaldía de Praga, pero sus esfuerzos por recuperar sus bienes subastados no tuvieron éxito.

El Damashki alias Jorge Deodatus se separó de su esposa y partió nuevamente a Leipzig donde decidió ganarse el sustento como maestro de árabe. Un año después de su muerte en dicha ciudad alemana, el primer café de Praga dejó de existir.

Lo curioso es que en la casa "La Serpiente Dorada" existió un café- vinatería hasta el año 1989, cuando fue sustituido por un restaurante chino.