El Ministerio de Cultura necesita un sistema uniforme y transparente para asignar fondos

El Ministerio de Cultura checo debe ser más uniforme y transparente en la forma en que distribuye las subvenciones y financia las actividades en el sector, dice la Contraloría Suprema (NKÚ) en su último informe.

El reporte analizó la distribución de más de 23 millones de euros asignados por el ministerio de 2016 a 2018. Descubrió que no existía un sistema digital efectivo para centralizar y rastrear el flujo de dinero.

El NKÚ también señaló que nueve secciones diferentes dentro del ministerio asignaron subsidios, cada uno con sus propias regulaciones.

El resultado es un sistema fragmentado y excesivamente complejo por el cual, por ejemplo, una entidad que busca apoyo para un festival de danza y teatro debe presentar dos solicitudes marcadamente diferentes.