El checo que terminó el ultramaratón al borde de sus fuerzas
Rozó el límite de sus capacidades y tuvo miedo de no salir con vida. El aventurero checo Jan Francke debió superar momentos muy duros para llegar a la meta de Yukon Arctic Ultra, considerado el ultramaratón más extremo a nivel mundial.
El aventurero checo indicó que no le quedó otro remedio que retirarse prematuramente de la prueba.
“Me alegro de haber tomado esa decisión, porque casi no podía pisar con el pie lesionado. No quería ser evacuado por obligación de la pista. Eso habría sido inútil y muy duro tanto para mí como para los organizadores”, dijo.
Durante la prueba el checo experimentó de todo: heladas de cincuenta grados bajo cero, días hermosos que le ofrecieron panoramas espléndidos de la naturaleza, pero también fuertes nevadas.Los momentos más difíciles se produjeron cuando decidió seguir caminando por la noche, según reconoció.
“Lo más difícil para mí era continuar durante tres noches seguidas. En una ocasión incluso me topé con lobos. El camino era muy largo, estaba abatido desde el punto de vista psíquico. En esos momentos temía la muerte. Fue una sensación muy extraña“.
Lo que le daba aliento para terminar el ultramaratón eran sus numerosos fans en Chequia y su mujer Petra, que había recorrido el tramo más corto de 160 kilómetros, y lo acompañó en los últimos tres kilómetros del tramo intermedio.A pesar de todos los inconvenientes que tuvo que superar este año, Jan Francke indicó que ambos coincidieron en que el próximo año les gustaría intentar recorrer el tramo más largo del Yukon Arctic Ultra, que mide 700 kilómetros.