Conductores checos son más agresivos que los españoles
Sobre la vida en la República Checa conversamos con la española Maite Sánchez, de Vitoria. Maite visitó Praga por primera vez hace cinco años, y actualmente lleva en la capital checa nueve meses trabajando como guía.
"En general, obviamente, es una ciudad muy bonita y con mucho encanto y magia. Sobre la gente, al principio no tenía demasiado contacto. Pero luego empecé a trabajar me bastante con checos. Entonces, en contra de lo que mucha gente dice, la verdad es que yo en mi entorno, estoy muy contenta con la gente, tanto en la oficina como cuando estoy fuera en la calle".
¿Cómo ves a los checos? ¿Cómo los caracterizarías?
"En general, muy correctos. Mucha gente tiene la opinión de que son muy antipáticos o muy bordes, sobre todo, porque la impresión que se llevan es la de los servicios, es decir, la de los camareros, de los hoteles. Pero yo creo que no es que sean bordes, sino que son demasiado correctos, demasiado profesionales. En España igual el servicio puede tener más de trato con el cliente, más bromas, más cachondeo... Aquí es un servicio muy correcto y también es verdad que los turistas vienen muchas veces imponiendo, por ejemplo en los españoles se nota, que la gente tiene que saber español. Obviamente, cuando a un camarero se le exige eso, también es normal que tenga una actitud un poco más de defensa frente al turista".
¿Y tú estudias checo o hablas un poco por lo menos?
"Mi idea era aprender muy bien checo, pero con el paso de los meses ello ha ido cambiando (risas). También es verdad que con el horario que tengo no puedo permitirme el ir a clases porque realmente no trabajo todos los días a la misma hora. A una academia no puedo ir, pero intento exprimir a mis compañeros y aprender de ellos, con lo cual puedo defenderme, pero a la hora de escribir, muchas cosas no sé cómo se escriben, sé decirlas, sé hablar a lo indio, pero no sé escribir".
¿Te has acostumbrado al estilo de la vida de los checos, la comida, los horarios, etc.? ¿Te gusta el estilo de vida de aquí?
"En general me gusta mucho. Pensaba que iba a llevar peor el frío, pero afortunadamente este invierno no ha sido demasiado frío así que lo llevo muy bien. La comida me gusta, sí que es una comida muy diferente a la española, porque lleva muchas salsas, muchas más especias, pero también creo que es una comida mucho más sabrosa y a mí todo lo que lleva salsa me encanta. La verdad es que la cocina checa tiene mi plato favorito. Realmente lo de comer antes y cenar antes creo que es una costumbre buena, porque el problema que tenemos los españoles es que muchas veces cenamos tan tarde que lo siguiente que hacemos es irnos a la cama. Eso no tiene absolutamente nada de saludable. Y realmente los horarios, sobre todo, el horario de trabajo europeo es algo que en España ahora mismo están pensando implantar y creo que deberían hacerlo. Así que el estilo de vida checo, en general, muy bien, lo único que llevo un poquito peor es que los españoles somos bastante impuntuales y aquí la gente no solamente es puntual, sino que encima llega antes de la hora, con lo cual aunque tú hagas el esfuerzo de llegar puntual, siempre vas a llegar más tarde que el checo (risas)".Y si pudieras cambiar algo en este país, ¿que sería? ¿Hay algo que no te gusta aquí?
"No sé, creo que no..."
¿Es que todo es tan perfecto aquí?
"No se me ocurre nada ahora..."
Bueno, si no se te ocurre nada, mejor así...
"Pero seguramente hay algo... Ah, bueno, el estilo de conducir, a veces. Sobre todo cuando sales fuera de Praga, en las autopistas. A ver, es una tontería, pero me parece que se conduce de manera un poco más agresiva que en España. Sobre todo, los conductores de autobuses. Eso de ir por la mitad de los dos carriles cuando hay dos sentidos de circulación es algo a lo que no estoy muy acostumbrada...(risas)".
Ves, por lo menos algo... ¿Y cuál es la cosa checa más típica, según tu opinión?
"¡La cerveza! (Risas) Bueno, vale, pensaré otra cosa... Pues, la gastronomía en general y el granate checo, por supuesto".